Los Cursos de Verano de la Universidad de Málaga, organizados por su Fundación General (FGUMA), han celebrado hoy su segunda jornada. En esta, se ha contado con la participación de la reconocida filósofa Eulalia Pérez Sedeño, concretamente con la ponencia "Las mujeres y la ciencia: ¿ignorancia, desinformación, encubrimiento?". Preguntada por las personas que piensan que ya se ha conseguido la igualdad, la ponente considera que están equivocadas: "Los datos nos muestran que no es así en dos sentidos. Por un lado, en las disciplinas STEM ha disminuido el número de mujeres y en las relacionadas con el cuidado ha aumentado. Además, sigue existiendo el techo de cristal, ellas no llegan a los puestos más altos y esto ocurre en todas las áreas", ha analizado. Como positivo, ha añadido: "Estamos mejor que hace 40 años, pero debemos tener en cuenta que retroceder es posible, hay movimientos de la vuelta a roles tradicionales que pueden hacer que la inclusión retroceda". Al respecto, ha incidido en que hay una cuestión que no se ha hecho y en la que insiste: "Hay que educar en género y diversidad al profesorado que educa a niños y niñas, la clave está en la educación en todos los niveles, comenzando por la infantil".
La profesora de Investigación en Ciencia, Tecnología y Sociedad en el Instituto de Filosofía del CSIC ha explicado que a lo largo de la historia no se ha reconocido a mujeres que han trabajado en ciencia y tampoco se las ha tenido en cuenta como objeto de conocimiento, por ejemplo, en medicina no se estudiaba anatomía de las mujeres, solo lo relacionado con la reproducción, ha indicado. La investigadora ha explicado que, en el área de las matemáticas, hace unos quince años, había un porcentaje similar entre ambos sexos y hoy en día el de mujeres ha bajado en torno al 30 por ciento. "Esto se ha debido a varios factores, pero uno de los más importantes está relacionado con el imaginario que se tiene de qué tipo de profesión es, antes la principal salida era la enseñanza, pero con el surgimiento de la IA y el Big Data se ha abierto un mercado copado por los varones porque hay una ley sociológica que dice que, a mayor prestigio, menor número de mujeres y a mayor número de mujeres, menor prestigio en una profesión".

Las implicaciones éticas de la IA en el ámbito laboral, en la segunda jornada de los Cursos de Verano de la UMA
En el Centro Cultural Cortijo de Miraflores ha llegado a su fin el seminario "IA. Retos y horizontes", que a lo largo de diferentes ponencias con especialistas ha desgranado cómo impacta esta tecnología disruptiva en diferentes ámbitos, sobre todo en el laboral. El director de la actividad, Dani Martín, experto en Oratoria y fundador de ABD, ha intervenido en esta jornada de cierre con una charla sobre liderazgo e inteligencia artificial. "La IA está impactando en el liderazgo de maneras diferentes. La parte que quizás no sea tan recomendable es cuando se convierte en un sustituto de la persona y dejamos que piense, escriba y tome decisiones por nosotros", ha manifestado.
Según ha explicado, una de las ventajas de la IA es la oportunidad cuando se integra como apoyo, ahorrando costes tanto en términos económicos como de personal. No obstante, Martín ha señalado que ya es habitual escribir correos con ChatGPT o utilizar otras herramientas generativas, pero advierte de los peligros si se pierde el componente humano. "Estamos ganando eficacia y perdiendo autenticidad", ha sentenciado. Por ello, el director ha reivindicado el valor de habilidades humanas, como la comunicación oral, y otras competencias que siguen siendo insustituibles: "La oratoria, justamente ahora, en el mundo dominado por la IA, tiene un papel fundamental. Todo lo que tiene que ver con lo emocional, la empatía, teoría de la mente, la conexión entre las personas e incluso la ironía, es lo que la IA nunca nos va a poder dar, al menos por ahora".
Por último, Martín ha querido insistir en la necesidad de mantener la supervisión humana sobre las decisiones automatizadas, especialmente dentro de las organizaciones, por las implicaciones éticas y morales de la IA. Sobre este asunto ha versado precisamente la conferencia de Rafael Senén, presidente del Instituto Cultural Europeo. Desde el inicio de su intervención, ha planteado preguntas para entender nuestra relación con las máquinas y los motivos que nos llevan a ponernos en manos, en muchas ocasiones consciente o inconscientemente, de las decisiones no humanas. En esta línea, el ponente ha explicado que esta confianza no es nueva: "El ser humano siempre ha confiado en la tecnología, que es la que fundamentalmente nos ha ido diferenciando como especie y la que nos ha apoyado, ayudado e impulsado hacia un progreso en términos históricos". Además, ha señalado que este escenario se beneficia porque "vemos la IA como infalible, porque tiene un rendimiento espléndido, hace cosas que una sola persona, ni siquiera un grupo de personas, podría hacer a esa velocidad y con esa precisión", lo que genera una sensación de seguridad en tiempos de incertidumbre como los actuales.
También ha alertado de las sombras que se ocultan tras conceptos como eficiencia o productividad, como lo relativo a la discriminación que aplican algunos algoritmos por raza, sexo o parámetros económicos. Una de las principales preocupaciones que ha planteado ha sido la ausencia de responsabilidad ante decisiones tomadas por sistemas de IA. "¿Quién tiene la responsabilidad hoy? Nadie", ha afirmado. En ese sentido, Senén ha defendido la necesidad de transparencia para arrojar luz sobre los peligros del uso tecnológico. Además, se ha pronunciado acerca de un marco normativo al respecto, reconociendo que "vamos tarde", aunque ha matizado que esto no debería sorprendernos: "La tecnología y el avance científico siempre ha ido por delante de la regulación", admitiendo que el verdadero problema está en el desfase entre el ritmo de la innovación y la lentitud de los procesos políticos.
Por último, y al hilo de las posibles soluciones para este debate, ha puesto el foco en la ética como herramienta para marcar límites, pero ha advertido de que no se trata de una solución sencilla. Por ello, ha agregado que es necesario considerar el marco cultural desde el que se plantean esos principios: "Nos encontramos con un problema añadido y es la cosmovisión. Esto es, mis límites morales no tienen por qué coincidir con los de otra cosmovisión en un mundo tan globalizado". En esta línea, ha subrayado que los valores éticos no son universales ni neutros, sino que están condicionados por factores culturales, religiosos y geopolíticos. Así, lo que en una parte del mundo puede considerarse un límite moral innegociable, en otra puede no tener el mismo peso o incluso entrar en conflicto con otros principios. Esta diversidad, para Senén, complica la posibilidad de establecer un consenso global sobre los usos y restricciones de la tecnología, y plantea el riesgo de que ciertas visiones del mundo se impongan sobre otras a través de su integración en los sistemas tecnológicos dominantes.
"Picasso es una fuente inagotable porque habló poco. Su obra está llena de guiños y de mentiras"
El seminario, organizado por la FGUMA, "Picasso y las vanguardias. Pintura y grabado a través de sus museos" ha agotado también hoy su programa académico, en el que durante dos jornadas se ha analizado a este malagueño universal. "Picasso es una figura que es inalcanzable. Siempre se puede aprender de él y siempre estará de actualidad", ha señalado María Jesús Martínez Silvente, profesora titular de Historia del Arte de la Universidad de Málaga y directora del curso, quien se ha mostrado muy satisfecha con la convocatoria y la diversidad del alumnado que ha reunido la actividad. El seminario, según ha explicado, se ha planteado con tres líneas principales: profundizar en la figura de Picasso, destacar el valor del grabado como técnica artística y conocer la relación entre el artista y las instituciones que hoy lo custodian, estudian y difunden.
Preguntada por lo que todavía queda por descubrir del artista, Silvente ha sido clara: "Picasso es una fuente inagotable porque, en primer lugar, habló poco. Y en las entrevistas contaba poco, nada o mentía. Eso es muy bueno para los historiadores". La experta ha reconocido que, pese a haber dedicado su tesis al artista, se considera aún aprendiz: "Nunca se termina de estudiarlo. Además, él lo hacía conscientemente. Su obra está llena de guiños, de mentiras, juega con el espectador". En esta línea, y en referencia a las propuestas revisionistas sobre Picasso y su obra que se han llevado a cabo en los últimos años en redes sociales desde perspectivas éticas y de género, la directora ha defendido el valor artístico del autor y ha invitado a contextualizarlo: "Picasso es una figura controvertida a todos los niveles. Es un hombre del siglo XX con sus luces y sus sombras. Lo que hay que hacer es disfrutar de su obra, conocerlo y documentarse. Pero todos los debates son bienvenidos".
Por último, y en consonancia con la temática del curso, la directora ha aportado que Picasso, que nunca abandonó el grabado, supo explorar en esta técnica múltiples estilos. "De cualquier tema que podamos ver en un cuadro suyo, podemos verlo también en sus grabados: el pintor y la modelo, mitología, incluso religiosos. Siempre estuvo muy presente en su vida", ha indicado Martínez Silvente, quien además ha señalado que lo utilizó como vehículo para los distintos lenguajes que trabajó: el cubismo, el surrealismo o el retorno al orden, entre otros.
Los Cursos de Verano de la Universidad de Málaga en Marbella están organizados por la Fundación General de la UMA con la colaboración del ayuntamiento de la ciudad. La oferta formativa en esta sede cuenta con el respaldo de entidades como el Museo del Grabado Español Contemporáneo, la Cátedra Asisa de salud cerebral y cognitiva y el Instituto de Investigaciones Jurídicas en Gobierno y Territorio (I-INGOT).