La Universidad de Málaga y la Fundación Málaga han suscrito hoy un convenio marco de colaboración con el objetivo de desarrollar actuaciones conjuntas en materia de investigación, transferencia del conocimiento, ayuda al estudio y difusión cultural.
El acto de la firma ha contado con la presencia de rector de la UMA, Teodomiro López, del vicerrector de Transferencia, Emprendimiento y Empresa, Juan Carlos Rubio; y de la secretaria general de la institución, Elsa Marina Álvarez. Por parte de la Fundación Málaga han asistido su presidenta, Esther Sánchez y su director Gonzalo Otalecu.
Este protocolo general de actuación permitirá estrechar la colaboración entre ambas entidades, unidas por intereses comunes en el ámbito académico, científico y cultural. Se establece así un marco para impulsar proyectos conjuntos que promuevan el desarrollo del talento, la formación y la proyección social del conocimiento en la ciudad de Málaga.
En el terreno cultural, este convenio sienta las bases para reforzar la programación conjunta de actividades artísticas, ciclos de conferencias, exposiciones y acciones de divulgación que acerquen la cultura a la ciudadanía desde una perspectiva académica y social. La UMA y la Fundación Málaga comparten la vocación de convertir la cultura en un eje vertebrador del desarrollo humano y en una herramienta de cohesión y transformación para la ciudad.

Entre las líneas de actuación previstas se incluyen la programación anual de actividades, la firma de convenios específicos para el desarrollo de proyectos concretos, y la creación de una comisión paritaria de seguimiento encargada de evaluar el cumplimiento del acuerdo y proponer nuevas iniciativas. Dicha comisión estará integrada por dos representantes de cada institución: Rosario Gutiérrez, vicerrectora de Cultura, y Pedro Jesús Maireles, vicerrector de Investigación y Divulgación Científica, por parte de la UMA; y Esther Sánchez y Gonzalo Otalecu por parte de Fundación Málaga.
Ambas entidades han manifestado su compromiso con la transparencia, la ética y el buen gobierno, así como con la protección de los derechos de propiedad intelectual e industrial que puedan derivarse de los proyectos desarrollados en el marco de este convenio.
El protocolo tendrá una vigencia inicial de un año y podrá prorrogarse expresamente hasta un máximo de cuatro años. Durante este periodo, ambas entidades se comprometen a seguir trabajando de manera coordinada para favorecer el avance del conocimiento y la cultura en beneficio de la sociedad malagueña.