La Unidad de Prevención e Intervención Intensiva en Conducta Suicida 'UPII Cicerón'- proyecto de colaboración entre la Unidad de Gestión Clínica de Salud Mental del Hospital Universitario Virgen de la Victoria (HUVV) y el Hospital Universitario Costa del Sol (HUCS) y primera en Andalucía de estas características- ha dado a conocer hoy con ocasión del Día Internacional de la Prevención del Suicidio los principales resultados y objetivos obtenidos desde que se pusiera en marcha este programa. Esta unidad continúa siendo la única especializada en intervención intensiva en conducta suicida en el Sistema Sanitario Público Andaluz (SSPA) y referencia en todo el Sistema Nacional de Salud (CNS) en buena práctica clínica.
La UPII Cicerón forma parte, a través del coordinador de la Unidad de Salud Mental Comunitaria (USMC) de Marbella del HUVV y responsable de la UPII Cicerón del HUCS, el psicólogo clínico, Miguel Guerrero, del grupo motor ejecutivo del plan de acción de prevención del suicidio 2025-2027 del Comisionado de Salud Mental del Ministerio de Salud y asesora, orienta y realiza trabajo técnico en el PESMA-A (Plan Estratégico de Salud Mental y Adicciones de Andalucía) y en la comisión de sanidad del senado de España.
Desde hace 7 años, esta unidad ha atendido a 748 usuarios/as en riesgo de suicidio y a sus familias. El año pasado atendió a un total de 75 nuevos pacientes de los que un 86,5% han finalizado ya el programa terapéutico. La tasa de recaída de 2024 se sigue manteniendo por debajo del 7%, manteniéndose otro año más una tasa de adherencia y continuidad asistencial por encima del 90% (indicador de calidad). De todas las personas atendidas el año pasado sólo tres requirieron ingreso hospitalario durante el acompañamiento terapéutico. En este sentido, este programa se ha convertido en un recurso eficiente, que ofrece un espacio más humanizado para la recuperación de la crisis suicida.

Es muy importante destacar el incremento progresivo de las personas que acuden antes de realizar un intento suicida, debido al protocolo de detección de riesgo suicida habilitado por la UPII y los esfuerzos en prevención selectiva realizados para identificar riesgo suicida en personas vulnerables o colectivos de mayor riesgo de conducta suicida.
El 63% son mujeres de mediana edad (media 37 años). El porcentaje restante son hombres con una media de edad de 55 años. Sin embargo, en el grupo de hombres se dan intentos más letales y de mayor gravedad clínica.
Las variables clínicas de vulnerabilidad se corresponden en un 41,3% con traumas (antecedentes de violencia, abuso, maltrato); un 31% con antecedentes personales de conducta suicida previa; un 21, 1% con experiencias tempranas relacionadas con el suicidio; un 19,2% con ingresos hospitalarios previos en la Unidad de Hospitalización de Salud Mental y un 14,1% con antecedentes familiares de suicidio. ´
Entre las principales estrategias, iniciativas y acciones preventivas llevadas a cabo desde esta unidad con identificación de las que han demostrado ser más eficaces, destacan: la restricción/limitación de acceso a métodos letales y creación de entornos seguros; la alfabetización de la crisis suicida, los planes de seguridad individualizado; la comunicación y divulgación del conocimiento responsable en medios y RRSS; y el empoderamiento y atención a las familias. Además, se ha trabajado la conexión con recursos sociales y comunitarios, psicoterapia intensiva focal; en un modelo de atención colaborativo; en la detección proactiva del riesgo suicida en pacientes vulnerables; y en un protocolo de continuidad asistencia. Otras estrategias han sido la disponibilidad de intervención en crisis, la accesibilidad e intensividad en la atención especializada, y el seguimiento y monitorización del riesgo en paciente con intentos previos.
Como resultado de todo este trabajo tras estos siete años de trabajo, el programa psicoterapéutico diseñado en la UPII ha mostrado con los resultados obtenidos su eficacia en la reducción de factores de riesgo suicida como la ideación autolítica, la desesperanza, el sentimiento de carga, la soledad percibida o síntomas depresivos. De hecho, al alta, los pacientes han aumentado de forma significativa sus estrategias de afrontamiento adaptativas y saludables, han mejorado su capacidad de gestión y autorregulación emocional y también ha aumentado sus razones de vida (sentido de vida).
Formación, docencia e investigación y colaboración como agente de prevención
El responsable de la unidad ha impartido talleres de formación y capacitación para abordar la crisis suicida (más de 900 horas acreditadas) tanto en profesionales sanitarios (médicos de urgencias, de atención primaria, psiquiatras, psicólogos clínicos, enfermeras referentes escolares) como no sanitarios (trabajadores sociales, gatekeapers, educadores, sindicatos o agentes de promoción de salud). También ha participado en congresos nacionales y colaborado en proyectos comunitarios y locales de toda Andalucía.
Desde la UPII se está trabajando en distintos proyectos de investigación dedicados a la prevención del suicidio y tiene previsto publicar en 2025 tres artículos científicos en revistas especializadas de salud pública y psicología clínica.
Esta unidad y su referente colabora también con diferentes entidades, instituciones, organización sin ánimo de lucro y asociaciones y es el coordinador del Grupo de Trabajo de Prevención del Suicidio de la Sociedad Española de Psicología Clínica SEPC-ANPI, además de las colaboraciones a nivel autonómico y nacional ya mencionadas.