La consejera de Salud y Consumo de la Junta de Andalucía, Rocío Hernández, ha destacado en la Comisión de Salud del Parlamento de Andalucía que más de 250 profesionales han participado en la actualización del Programa de Vigilancia y Control del Virus del Nilo Occidental (VNO) para la temporada 2025, partiendo del análisis de la campaña del año anterior en numerosas reuniones con todos los actores implicados, como son ayuntamientos, diputaciones, grupos científicos, inspectores y empresas, entre otros.
Esta actualización del programa, dotada con un presupuesto de 1,2 millones de euros para diversas actuaciones, incorpora una docena de novedades para actuar de manera más coordinada y eficiente frente al virus, con el objetivo de ayudar a los ayuntamientos y las diputaciones a prepararse para el control de vectores. También se proponen identificar precozmente la llegada del virus, movilizar a otros actores de la salud y comunicar y acompañar mejor a la población en caso de alerta.
La primera novedad respecto al programa diseñado en 2021 es la simplificación de la clasificación del riesgo a principios de temporada en tres (bajo, medio y alto), que afecta a todos los municipios de Andalucía. Con esta nueva catalogación, un total de 369 municipios figuran en el nivel de riesgo bajo, 313 en nivel de riesgo medio y 103 en nivel de riesgo alto.
Como ha recordado la consejera, la Ley 16/2011 de Salud Pública establece que la evaluación, la gestión y la comunicación de los riesgos para la salud de la población asociados a las zoonosis de los animales domésticos, peridomésticos, periurbanos y las plagas urbanas compete a la Junta de Andalucía, mientras que "los tratamientos de desinsectación y desratización los deben efectuar los servicios municipales y, en su caso, las diputaciones provinciales, así como empresas privadas dedicadas a tales actividades", según establece el Decreto 8/1995 de la Consejería sobre Reglamento de Desinfección, Desinsectación y Desratización Sanitarias.

Humedal andaluz
Por su parte, los municipios de riesgo medio centrarán sus actuaciones de vigilancia y control sobre los focos larvarios o adultos en los núcleos de población o muy cercanos a ellos. Mientras que los municipios de riesgo alto deberán ampliar las mismas medidas a todo su territorio municipal, con especial atención a focos larvarios o de refugio de adultos a una distancia de 1,5 kilómetros de las poblaciones, incrementando considerablemente el perímetro de rastreo.
El programa de este año introduce también la noción de 'área en alerta', esto es, una alerta de carácter temporal, con un mínimo de cuatro semanas, para los casos de evidencia del virus cercano a núcleos de población, a menos de 1,5 kilómetros de distancia, durante la temporada en curso. En el tiempo en el que esté activada el área en alerta, habrá una intensificación de las medidas de intervención, vigilancia y sensibilización ciudadana, que impida cualquier tipo de propagación descontrolada.
Mejora del modelo predictivo
Entre las novedades del plan, la consejera ha destacado también la mejora del modelo predictivo para valorar el riesgo de circulación del VNO, integrando el diseñado por el CSIC-Doñana, al que se han sumado los datos propios de la Consejería. Así, se han incluido entre los criterios de predicción nuevas variables, todas ellas vinculadas a la posible expansión del virus, como son el uso del suelo, la existencia de aves infectadas o la presencia de vectores.
La aplicación del programa tiene una duración anual, mejorando la anticipación con una evaluación de la temporada en otoño, la preparación de la nueva temporada en invierno, la realización de los primeros tratamientos larvarios y la puesta de trampas en invierno-primavera, así como el refuerzo de la vigilancia desde finales de primavera y durante todo el verano.
La ampliación de la vigilancia entomológica, basada en el trampeo de mosquitos y la búsqueda de virus mediante PCR, tanto en número de trampas como en territorio cubierto y en tiempo, es otra de las novedades. Mediante este nuevo sistema centinela, se pasa de las 27 trampas del verano anterior a 120 este año.
Además, quedan incluidas en el ámbito de vigilancia todas las provincias andaluzas y se ha dado comienzo a la campaña en este mes de mayo, un mes antes que en 2024 y dos antes que en 2023. Este adelanto responde al hecho de que las condiciones ambientales de Andalucía permiten que el mosquito del género culex, transmisor del VNO, pueda permanecer activo casi todo el año, aunque la probabilidad de circulación del virus sea mayor desde junio a octubre.
Asimismo, el programa ha ampliado este año la vigilancia humana para la búsqueda de casos leves, con formas no neuroinvasivas, en las Comarcas de Especial Seguimiento (La Janda, en Cádiz, y el Bajo Guadalquivir, en Sevilla) y en las áreas en alerta, a través de PCR a las personas que acuden a las urgencias hospitalarias con síntomas compatibles.
No obstante, Hernández ha subrayado que "el 80% de las infecciones en humanos de Virus del Nilo occidental son asintomáticas". De hecho, menos del 1% de los infectados enferma gravemente con afectación neurológica, es decir, meningitis, encefalitis o parálisis fláccida. El 20% restante de las personas infectadas presenta un cuadro con síntomas similares a la gripe (fiebre, cefalea, fatiga, mialgia, malestar general, náuseas, vómitos y, en ocasiones, exantema maculopapular y adenopatías).
Promoción de la salud y prevención
La actualización del programa implica también la movilización de todos los actores de la promoción de la salud y la prevención de la Consejería, que incluye a enfermeras de Familia y Comunitaria, la Red Local de Acción en Salud y las oficinas de farmacia en los municipios de riesgo alto, así como la coordinación con las otras administraciones a través de mesas de trabajo de preparación de la temporada desde el invierno.
Esta medida supone el apoyo a los ayuntamientos a través de más visitas de los agentes de salud pública a los municipios afectados desde marzo, fomentando así la colaboración entre instituciones para optimizar la aplicación del nuevo programa.
Además, se ha mejorado el plan de comunicación a la población, para que ésta sea una parte activa de la vigilancia y del control de vectores, y así evitar situaciones de confusión o alarma social.
La titular de Salud y Consumo ha citado, asimismo, la movilización de 1,2 millones de euros para la ampliación de la vigilancia y control de vectores, a lo que hay que añadir otras partidas presupuestarias, destinadas a la creación del segundo laboratorio de referencia en el Hospital Universitario Virgen del Rocío, que se une al del Virgen de las Nieves, "para conseguir mayor capacidad y rapidez en la respuesta diagnóstica", la movilización de 400 agentes de salud pública desde abril o la movilización de profesionales sanitarios y no sanitarios.
Finalmente, Rocío Hernández se ha referido a la creación del Centro de Investigación de Zoonosis y Enfermedades Emergentes (Caizem), en el que participan las consejerías de Agricultura, Salud, Universidad y Sostenibilidad y el Servicio Andaluz de Salud (SAS), junto a la Universidad de Córdoba y la Fundación de Investigación Biomédica de Córdoba (Fibico). "Este centro constituirá toda una revolución, dado que será pionero en España y Europa, y permitirá completar toda la actividad preventiva y de vigilancia y control que realiza la Consejería", ha concluido.