Un equipo de investigación de la Universidad de Sevilla y el Karolinska Institutet de Suecia ha descubierto que el aceite de acebuchina, fruto del olivo silvestre, protege la retina de los daños provocados por la hipertensión arterial. Este hallazgo, derivado de estudios celulares y animales, revela los mecanismos moleculares en los que ejerce una acción antioxidante, antiinflamatoria y anti fibrótica; es decir, que reduce la formación de cicatrices. Así, se abren nuevas vías terapéuticas para enfermedades oculares, como el glaucoma, la degeneración macular asociada a la edad o algunas retinopatías.
La acebuchina es el fruto del acebuche, una variedad silvestre del olivo que crece de forma natural en regiones mediterráneas. Los expertos confirman en el artículo Unveiling protective mechanisms of wild olive (acebuche) oil in retinal pigment epithelial cells with hypertensive phenotype, publicado en la revista The Journal of Physiology, que el aceite que produce ayuda a reducir el daño causado por la acumulación de sustancias dañinas, como los llamados radicales libres, mejora la circulación de la retina y disminuye la inflamación. Además, evita la fibrosis, un proceso por el que se forman cicatrices internas que pueden afectar a la visión.
Estos beneficios se transmiten a través de vesículas extracelulares, unas pequeñas estructuras que son transportadas hasta el ojo. "La acebuchina podría ser una forma natural y efectiva de cuidar la salud visual en personas con riesgo de enfermedades oculares por problemas de presión arterial", indica a la Fundación Descubre, organismo dependiente de la Consejería de Universidad, Investigación e Innovación, la investigadora de la Universidad de Sevilla Carmen M. Vázquez, coautora del artículo.

El estudio muestra cómo las vesículas extracelulares trasladan el efecto beneficioso del aceite de acebuchina. Esto supone un avance en la caracterización de los mecanismos moleculares en la reducción del daño causado por la hipertensión arterial. Los expertos concluyen que el uso terapéutico del aceite de acebuchina abre una vía muy precisa y segura para tratar directamente los órganos afectados, como es el caso de la retina en personas con enfermedades oculares.
Mensajeros contra la hipertensión
Las vesículas extracelulares funcionan como pequeños paquetes o mensajeros que las células liberan al exterior para comunicarse con otras. Son microscópicas y están formadas por una envoltura parecida a la de la célula misma. En su interior, incluyen distintos tipos de sustancias, como proteínas, grasas o fragmentos de material genético, que pueden influir en el comportamiento de otras células.
Así, cuando las propias células son incubadas o los animales son alimentados con este aceite, liberan al torrente sanguíneo las vesículas que incluyen sus componentes beneficiosos, como los polifenoles, ácidos grasos saludables y otros compuestos naturales con propiedades antioxidantes y antiinflamatorias. Estas viajan por el cuerpo y pueden llegar a otras células, como las de la retina. Al unirse a ellas, descargan su contenido y ayudan a protegerlas o a regular su funcionamiento.
En este estudio, los investigadores combinaron experimentos in vitro con cultivos celulares y estudios in vivo usando animales para la obtención de las vesículas extracelulares. Así, descubrieron que cuando los ratones consumían aceite de acebuchina, sus células producían vesículas que contenían sus compuestos beneficiosos. Una vez extraídas del plasma sanguíneo, se aplicaron directamente a células de retina en las que se había reproducido la condición de hipertensión arterial.
Los estudios moleculares realizados confirmaron que las vesículas actuaban como elementos portadores de compuestos beneficiosos del aceite de acebuchina, de modo que, al descargar su contenido sobre el tejido enfermo, el daño se revertía.
Estos estudios se compararon con otros grupos de células que no recibieron estas vesículas o que recibieron otras de animales alimentados con distinto tipo de aceite, como un aceite de oliva virgen extra estándar. Además, analizaron distintos indicadores relacionados con el daño oxidativo y su relación con el óxido nítrico, potente vasodilatador y elemento clave para el buen funcionamiento vascular y la salud celular.
Próximas investigaciones
Una vez verificado el efecto en cultivos de células de la retina, los investigadores plantean validar estos resultados en trabajos in vivo mediante la inyección de estas vesículas en modelos animales que reproducen diversas patologías oftálmicas. Además, pretenden profundizar en el estudio de los compuestos del aceite responsables del beneficio y explorar su uso directo como vehículo terapéutico. "Estas vesículas podrían convertirse en una herramienta innovadora para transportar compuestos naturales a los tejidos dañados del ojo y abren la puerta para la combinación de la acebuchina con la tecnología farmacéutica en futuras aplicaciones clínicas", indica la investigadora.
Este estudio ha sido financiado por el proyecto de excelencia 'Expandiendo el potencial nutracéutico del aceite de acebuchina: papel mediador y protector de las vesículas extracelulares en el daño ocular hipertensivo' de la Consejería de Universidad, Investigación e Innovación de la Junta de Andalucía, y 'Recuperación del Olivo Silvestre en la Dieta Mediterránea: Beneficios del Aceite de Acebuchina en la Patología Ocular Hipertensiva' del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades.