La Policía Nacional detuvo a un hombre de 37 años para ejecutar la expulsión del territorio nacional de un ciudadano de Guinea Bissau, en virtud de una resolución dictada por la Subdelegación del Gobierno en Zaragoza.
El expulsado acumulaba un total de once condenas en España por delitos de especial gravedad, entre los que se incluyen robo con violencia, lesiones, violencia de género, quebrantamiento de condena y abuso sexual a menor de edad. Como consecuencia de estas condenas, había permanecido en prisión durante doce años.
Además, constaban dieciocho detenciones en territorio nacional, todas ellas en Zaragoza, por diversos delitos como robo con violencia, atentado a agente de la autoridad, resistencia, amenazas y riña tumultuaria.
El dispositivo de localización, detención y traslado fue desarrollado por funcionarios especializados de la Brigada Provincial de Extranjería y Fronteras, que garantizaron su repatriación efectiva a su país de origen.
La medida también contempla la prohibición de entrada en territorio español durante un periodo de diez años.