Agentes de la Policía Nacional han detenido a una mujer de 34 años como presunta autora de un delito de maltrato animal, después de localizarse en una vivienda próxima a Pastriz (Zaragoza) el cadáver de un perro y otro en estado crítico de desnutrición y abandono.
El pasado 18 de septiembre, varios vecinos alertaron a Policía Local de un fuerte olor a cadáver procedente de una vivienda. Los agentes municipales accedieron al interior del inmueble, donde hallaron a un pastor alemán muerto y a otro ejemplar de la misma raza con vida, pero en un estado deplorable, sin agua ni alimento. La Protectora de Animales se hizo cargo del animal superviviente.
Agentes de la Comisaría de Distrito de Arrabal asumieron la investigación para localizar a los propietarios. Tras las gestiones realizadas en el Registro de Identificación de Animales de Compañía de Aragón, comprobaron que la propietaria de los dos perros tenía registrados otros cinco animales más, sumando un total de siete.
Después de varios intentos de localización, los investigadores consiguieron citar a la mujer para verificar el estado del resto de los perros. De los siete, solo tres seguían con vida (dos bulldogs franceses y un chihuahua), manifestando la propietaria que los otros habían fallecido, sin haberlos dado de baja en el registro. Ante estas irregularidades, se propuso su sanción administrativa por infracción a la Ley 7/2023, de 28 de marzo, de Protección y Bienestar de los Animales.

Posteriormente, los agentes recibieron el informe veterinario emitido por el Hospital Veterinario de la Universidad de Zaragoza, donde se determinó que el perro rescatado presentaba alteraciones electrolíticas graves, desnutrición, deshidratación severa, convulsiones y presencia de cuerpos extraños en el estómago (papel de aluminio, espigas y restos vegetales). Estos hallazgos evidenciaban que el animal, ante la falta de alimentación adecuada, ingería objetos inadecuados para sobrevivir, confirmando un abandono prolongado y ausencia de cuidados básicos.
Los vecinos relataron que los perros solían ladrar al paso de personas, pero en los días previos dejaron de oírse, lo que levantó las sospechas. Al no aparecer los responsables, proporcionaron agua al único perro con vida, que bebía de manera compulsiva.
Cuando los agentes se entrevistaron con la propietaria, esta aseguró haber atendido a los animales el día anterior, afirmación que resultó incompatible con el avanzado estado de putrefacción del cadáver y el abandono evidente del otro perro.
Con todos los indicios recabados, los policías procedieron a la detención de la mujer como presunta responsable de un delito de maltrato animal con resultado de muerte. Tras su detención, quedó en libertad, con la obligación de comparecer ante la autoridad judicial cuando sea requerida.
La Policía Nacional recuerda que el maltrato animal está tipificado como delito en el Código Penal, pudiendo conllevar penas de prisión de seis a dieciocho meses, además de inhabilitación especial para la tenencia.
Ante cualquier sospecha de maltrato o abandono animal, es aconsejable denunciar, ya sea contactando con el 091 o a través de la aplicación móvil AlertCops, desde la que se pueden enviar fotografías, vídeos o ubicaciones de forma directa y segura para facilitar la actuación policial.