El Hospital Universitario Miguel Servet de Zaragoza destaca la importancia de un enfoque multidisciplinar para mejorar la atención de la Enfermedad Injerto Contra Receptor crónica (EICRc), una complicación que puede aparecer tras un trasplante de médula ósea y que afecta a distintos órganos del cuerpo. El centro compartirá su experiencia clínica y organizativa en la jornada "Novedades en el manejo de la EICRc: Un enfoque multidisciplinar", que se celebrará el 3 de diciembre en Zaragoza.
¿Qué es un trasplante alogénico y por qué puede provocar esta enfermedad?
La EICR crónica afecta a pacientes sometidos a un trasplante alogénico de progenitores hematopoyéticos, es decir, un trasplante en el que las células madre sanguíneas proceden de un donante, ya sea un familiar compatible o un donante no emparentado. Estas células contienen linfocitos —las defensas del organismo— que deben adaptarse al cuerpo del receptor.
Cuando esa adaptación no ocurre correctamente, los linfocitos del donante reconocen como extraños ciertos tejidos del paciente y los atacan. Ese ataque es lo que se denomina reacción inmunológica: un mecanismo de defensa que, en este caso, se activa de manera inadecuada.
En Aragón, el Servet realiza cada año entre 15 y 20 trasplantes alogénicos, y suma además a otros 15-20 pacientes trasplantados de donante no emparentado en otras ciudades como Barcelona, Madrid o Santander. Hasta un 60% de los pacientes trasplantados desarrolla algún grado de EICR crónica.
Una enfermedad compleja que puede afectar a múltiples órganos
La EICRc puede manifestarse meses o incluso años después del trasplante y puede presentarse de forma leve o evolucionar hacia formas graves o incapacitantes. Los órganos afectados con mayor frecuencia son:
- Piel: descamación, inflamación, endurecimiento, picor o aparición de lesiones.
- Ojos: sequedad severa, dolor e incluso pérdida de visión.
- Pulmones: dificultad respiratoria, fatiga y pérdida de función pulmonar.
- Tubo digestivo: diarrea crónica, gastritis o náuseas persistentes.
- Genitales y mucosas: úlceras, estrechamiento vaginal o lesiones genitales.
"La EICR crónica plantea retos que ningún servicio puede asumir por sí solo. Solo una mirada conjunta permite anticiparse a su evolución", señala la Dra. Isabel Izquierdo, hematóloga responsable de la consulta de seguimiento post trasplante del Hospital Miguel Servet.
El valor de la coordinación entre especialidades
Debido a su naturaleza multiorgánica, la EICRc no puede abordarse desde un único servicio. Por ello, en el Hospital Miguel Servet se trabaja a través de un grupo clínico multidisciplinar, impulsado por la Dra. Isabel Izquierdo desde el servicio de Hematología y Hemoterapia y creado en febrero de este año. En él participan de manera coordinada especialistas de Neumología, Dermatología, Oftalmología, Digestivo, Reumatología, Rehabilitación, Ginecología y Endocrinología.

El grupo clínico multidisciplinar del Servet ofrece al paciente una atención coordinada de diversos especialistas relacionados con el proceso
"Es una enfermedad tan específica que no todos los especialistas de los centros sanitarios de Aragón están acostumbrados a tratar", explica Izquierdo. "Por eso, el objetivo de esta jornada es evaluar cómo podemos mejorar el seguimiento desde nuestro hospital, estableciendo un circuito de derivación para que sea siempre el mismo facultativo quien vea estos casos".
Esto ya sería un avance clave, pero el grupo de trabajo aspira a más: dar seguimiento también a los pacientes que viven en otras zonas de Aragón —Huesca, Teruel, Barbastro, Alcañiz o Calatayud— y que actualmente son derivados a especialistas sin experiencia en manejo de EICR.
El objetivo final es trabajar de forma más coordinada y poder organizar las agendas de modo que "un paciente pueda venir un solo día y ser visto por tres o cuatro especialistas. Eso evitaría demoras y mejoraría mucho la atención", añade la hematóloga.
En la jornada del 3 de diciembre intervendrán profesionales del propio centro junto con la Dra. Carmen Martínez, hematóloga del Hospital Clínic de Barcelona, que compartirá su experiencia en el impulso de una unidad de EICRc en su centro, abordando claves que puedan facilitar su impulso en Aragón.
La jornada cuenta con el apoyo de Novartis, que colabora en su organización con el objetivo de promover la actualización científica y el avance asistencial en el manejo de la EICR crónica. "La actualización constante es fundamental", concluye Izquierdo. "Revisar nuestras prácticas, incorporar aprendizajes y mantenernos al día es lo que permite que el paciente esté siempre en el centro del proceso asistencial".
Avances terapéuticos: entre la investigación y la realidad clínica
Aunque el tratamiento estándar sigue siendo los corticoides, empleados como primera línea desde 1981, existen nuevos fármacos ya aprobados para EICR , como Ruxolitinib, y otros aún en investigación o pendientes de aprobación. y otros aún en desarrollo o pendientes de aprobación. En el Servet se está evaluando un medicamento en ensayo clínico, Axatilimab, que podría mejorar las respuestas y, por tanto, la calidad de vida del paciente.
Aun así, Izquierdo recalca que "en los grados graves es difícil revertir completamente la enfermedad; nuestro objetivo es frenar su avance y preservar la calidad de vida".
Acompañamiento a largo plazo
El proceso no solo es clínico, sino también emocional. "A los pacientes les da mucho miedo saber que podemos provocarles una enfermedad crónica para curar otra que sí es mortal", reconoce la doctora. "El trasplante implica un año entero de controles, medicación y un seguimiento muy intenso, además de un seguimiento de por vida".
Si finalmente aparece EICR, se convierte en una afección crónica que exige controles periódicos. El objetivo último, concluye Izquierdo, es que el paciente "tenga una calidad de vida óptima, alejado de una enfermedad grave y mortal como la leucemia, el linfoma u otras patologías hematológicas".





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