Santa Cruz de Tenerife volvió a entregarse sin reservas en la visita de la virgen de Candelaria al municipio, congregando a un creciente número de peregrinos y seguidores que se fueron sumando a la entrada a las calles centrales de la capital desde Los Gladiolos, discurriendo por las principales vías, haciendo una parada en Capitanía, donde fue agasajada y donde se produjo el cambio de banda de música, en una procesión que estuvo encabezada por el alcalde de la ciudad, José Manuel Bermúdez, junto a las autoridades eclesiásticas y concejales de la Corporación, así como representantes de otras instituciones.
La Virgen de Candelaria inicia así dos semanas de visita oficial a Santa Cruz, en las que estará acompañada por un amplio programa de actos. El próximo 24 de octubre iniciará el regreso a la Basílica de Candelaria.
Unas 50.000 personas, según datos ofrecidos por el Centro de Coordinación del Operativo Insular (CECOPIN), estuvieron presentes en el recorrido que llevó a la virgen de Candelaria desde la Villa Mariana, entre el fervor y la pasión, hasta el acto central que se celebró en la plaza de España, donde tuvo lugar el acto solemne y religioso, momento en el que le dieron la bienvenida a la ciudad el alcalde, que le cedió la palabra a la presidenta del Cabildo, Rosa Dávila.

Bermúdez inició sus primeras palabras asegurando que "hoy, Santa Cruz vuelve a vivir una jornada que quedará grabada en la memoria de nuestro pueblo, porque es un día que nos conecta con lo más profundo de nuestra identidad, con lo que somos desde hace siglos" y argumentó que "no puede ser de otra manera, por lo que es justo con el corazón emocionado y un sentimiento inmenso de gratitud la manera en la que tengo el honor de dar la bienvenida a nuestra Patrona, la virgen de Candelaria, madre espiritual de todos los canarios y Alcaldesa Perpetua de esta ciudad".
"Santa Cruz -destacó el alcalde- abre de par en par sus brazos, sus plazas y sus calles para acogerte como lo que eres y has sido siempre: faro y guía de este pueblo que te venera con amor sincero, porque Tu historia y la nuestra se entrelazan desde hace generaciones, porque eres la presencia que consuela, la luz que orienta, la llama que nunca se apaga" y recordó que "porque cada vez que la virgen de Candelaria peregrina, no solo se mueve una imagen; se mueve un pueblo entero y se hacen más firmes las raíces que nos sostienen, se fortalece la identidad que nos une como pueblo".
"En estos momentos -concluyó José Manuel Bermúdez- cuando vivimos tiempos complejos, marcados por la incertidumbre, donde el mundo atraviesa crisis sociales, económicas y naturales que afectan también a nuestras Islas" e insistió en que "en estos momentos en que hay familias que luchan cada día por salir adelante, jóvenes que buscan un futuro posible, mayores que merecen cuidados y respeto, justo en este momento llega la virgen de Candelaria como candela de esperanza, recordándonos que no hay oscuridad que no pueda ser vencida por la luz compartida, por la fe compartida".
Y finalizó poniendo en valor que "rogamos que esa luz ilumine a quienes más la necesitan; que encienda la ilusión de nuestros jóvenes, la fortaleza de nuestras familias, la serenidad de nuestros mayores y que nos inspire a cuidar de nuestro municipio y de nuestras Islas, a construir, entre todos, un futuro digno de quienes nos precedieron" y reiteró que "hoy, Santa Cruz se viste de emoción, de fe y de historia; hoy, como siempre, Morenita, te decimos: bienvenida a tu casa".
Por su parte, la presidenta del Cabildo, Rosa Dávila, quiso poner de relieve que "hoy abrimos nuestro corazón para recibir a nuestra querida virgen de Candelaria, la Morenita, patrona de Tenerife, de Canarias" y reiteró que "además, también hoy es el día de todas las personas que han depositado en ella su fe, su esperanza y su confianza, por lo que esta peregrinación de hoy tiene la importancia de ser un como un acto de devoción y tradición que nos une a todos y a todas".
"Lágrimas, sonrisas, miradas de esperanza y devoción -puso en valor Dávila- son los sentimientos comunes, la identidad compartida que nos une y nos identifica como pueblo, un símbolo que acoge a todos por igual" y detalló que "su presencia nos recuerda la fuerza de nuestras tradiciones, la unidad de nuestro pueblo y la importancia de mantener vivos los lazos que nos definen como sociedad respetuosa y solidaria, sentimientos que nos dan fortaleza y nos alivian frente a las incertidumbres, que nos llenan de esperanza y nos renuevan las ganas colectivas de seguir adelante".
Tras la celebración en la plaza de España, la imagen fue trasladada en procesión hasta la Iglesia de Nuestra Señora de La Concepción, donde permanecerá hasta el 24 de octubre. Durante esos días se desarrollará un amplio programa de actos religiosos y culturales, entre ellos vigilias, conciertos, visitas escolares y la tradicional Eucaristía del Mar.