La Noción es un medio, un periódico digital que siempre ha dado importancia a la libertad. De hecho, hoy por hoy es uno de nuestros principales valores. Para nosotros, la libertad mueve fronteras, abre caminos y también, por qué no, libera la mente.
Y justamente ese es uno de los principales objetivos de la fotografía artística: conseguir que tanto el autor como el modelo se sientan libres. Libres de mostrar la belleza del cuerpo humano, libres de romper con los prototipos y libres de tener una personalidad abierta.
En la fotografía artística, el nudismo es la práctica de mostrar los encantos del cuerpo humano en público. El nudismo en foto es arte, tratado con el máximo respeto y la sensibilidad total.
Y es que la fotografía artística busca transmitir un sentimiento, provocar una sensación en la que la creatividad y la intencionalidad dependen del fotógrafo, pero que son transmitidas a través de la naturalidad del modelo.
Es por ello que en Modelos La Noción hemos incorporado una sección de fotografía artística. En ella, escogemos cada semana a un modelo diferente, un modelo libre que permite que la foto hable por sí sola.
Como dijo Nelson Mandela: "Ser libre no es sólo deshacerse de las cadenas de uno, sino vivir de una forma que respete y mejore la libertad de los demás".
Si te gusta el humor y además disfrutas leyendo cómics, ya sean breves o largas, es bastante probable que esta sección te ofrezca exactamente lo que necesitas.
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LA INSEGURIDAD corroe las entrañas del mundo, las coaliciones bélicas de uno y otro lado se refuerzan y la incoherencia hace acto de presencia en distintas partes del globo terráqueo. Los brotes de insensatez pululan en la política internacional. Los ciudadanos tienen miedo y se ven obligados a vivir el pánico en su interioridad, al calor de un hogar cada vez más frágil, endeble y desamparado. Tiembla la estabilidad del ser humano sobre el planeta a pesar de la riqueza del mundo; y las empresas de seguridad de todo tipo, tanto en recursos materiales como humanos, aumentan su facturación de forma inexplicable. La estupidez humana crece geométricamente. Albert Einstein se queda corto con la aseveración de que hay dos cosas infinitas: el universo y la estupidez humana: "Y del Universo no estoy seguro". A estas alturas, entonces, es cuando pienso que jamás debo sentirme ridículo por expresar mis emociones, por tratar con amor a mis semejantes y por ser valiente confesando mis sentimientos. ¿A santo de qué avorgonzarme de nada con la que está cayendo a mi alrededor? Nos están tomando más que el pelo: los cabellos de ángel de las entrañas. El ser humano está amenazado por el ser humano y de nuevo nadie vuelve a fiarse de nadie. Quien no tenga miedo hoy es el auténtico afortunado. La vieja Europa ni siquiera sabe que está trémula y desorientada. Los ricos más amedrentados se fabrican lujosas trincheras secretas dotadas de todos los servicios energéticos y las provisiones necesarias para resistir unos años. Sus equipamientos incluyen la protección nuclear y la de los gases más letales. Cuanto más poderosos más temen ser removidos de su posición, más sensación de inestabilidad y de que pueden ser asesinados en cualquier momento. Nadie informa de ello porque en su secreto radica otro elemento importante de su alta protección. Ni así sienten garantizada su integridad física, mental y personal. Es más, al contener así la respiración experimentan el surrealismo del pánico. Los ricos se construyen sus propias cárceles mientras las víctimas —en realidad, la raza humana global— padecen el peor de los castigos: la deshumanización, el miedo y la falta de paz.