El pasado día 22 de mayo se recibió una denuncia en la Jefatura Superior de Policía de Melilla por parte de una ciudadana que comunicaba haber sido víctima de una estafa realizada a través de una muy conocida aplicación de mensajería en la que el estafador, simulando ser su hijo, le manifestaba que su teléfono estaba inutilizado y que por eso le escribía desde el teléfono de un amigo para, de forma inmediata, solicitarle un ingreso urgente de una cantidad de dinero elevada con el pretexto de haber sufrido una emergencia. La mujer encargó a su hija para que le hiciera el ingreso a su hermano, quien se encontraba en el extranjero y ahora supuestamente en apuros. La hija realizó dos ingresos inmediatos de 1.000 euros cada uno al número de cuenta que le aportaban, pero al exigirle un tercer ingreso, sospechó, y le pidió a su madre que le hiciera a su supuesto hermano una pregunta íntima, a lo que, por supuesto, no supo responder y cesó toda comunicación.
La investigación de este tipo de delitos la realiza la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV) en coordinación con la Unidad de Delitos Tecnológicos de la Jefatura, especializados en delitos contra el patrimonio, estafas y delitos tecnológicos, quienes tras abordar este caso, tras las indagaciones realizadas para el esclarecimiento de los hechos, se identificaron plenamente a los dos presuntos responsables de un delito de estafa.

Las personas titulares de las cuentas bancarias receptoras del dinero: las "mulas"
Para obtener los beneficios de las estafas los ciberdelincuentes utilizan a compinches titulares de las cuentas bancarias que en el argot policial son conocidas como "mulas bancarias" que recepcionan el dinero, en ocasiones a cambio de un porcentaje del dinero defraudado que puede ser entre el cinco y el diez por ciento, convirtiéndose en cooperadores necesarios del delito.
El mensaje recibido suele ser del tipo: "MAMÁ SE ME HA ROTO MI TELÉFONO MÁNDAME UN MENSAJE A ESTE NÚMERO NUEVO EN CUANTO PUEDAS POR FAVOR".
La Policía Nacional recuerda que todo tipo de solicitudes económicas donde los interlocutores utilizan medios de comunicación no habituales, ya sean números de teléfono, aplicaciones de comunicación o correos electrónicos, son, casi con toda seguridad, fraudulentos.
Recomendaciones para prevenir este tipo de estafas
- No realice una disposición de dinero bajo presión y con prisas. Los estafadores suelen utilizar tácticas mediante engaño para crear la urgencia.
- No abra enlaces ni llame a números de teléfono proporcionados por un mensaje de cuyo origen no estamos seguros. Simplemente ignórelos.
- En caso de dudas, acudan a las páginas web oficiales de sus entidades bancarias y a números de teléfono conocidos de atención a cliente.
- Si recibe un mensaje por escrito de un hijo o hija en apuros, contacte directamente con el familiar por cualquier medio diferente al proporcionado. Y hacer que responda a preguntas que solamente éste conozca.
- Desconfíe de los mensajes y llamadas no solicitadas.
- Considere la activación de métodos de autenticación en dos pasos y otros protocolos de seguridad que dificulten el acceso no autorizado a sus cuentas.