Alejandro Navarro lo ha vuelto a conseguir. El deportista malagueño con un 92 % de discapacidad ha completado con éxito La Desértica de Almería, una de las pruebas de ultrafondo más duras de España, organizada por la Legión Española. Tras 15 horas de recorrido y un entorno marcado por el calor, el polvo y la aridez del terreno, Navarro cruzó la meta el pasado 18 de octubre, convirtiéndose en la primera persona en sus circunstancias en finalizar esta prueba.
El logro llega apenas cuatro meses después de completar los 101 kilómetros de Ronda, reafirmando así una trayectoria que ha transformado cada reto deportivo en una historia de superación, visibilidad y solidaridad.
El deportista cuenta todas sus gestas en sus redes sociales donde se le puede encontrar como Alejandro Navarro Deportista.
Una jornada extrema
Las condiciones del recorrido fueron especialmente duras. El fuerte calor y el terreno árido de Almería pusieron a prueba su resistencia física y mental, obligándolo a recurrir al ingenio y planificación para sobrellevar las limitaciones que provoca su lesión medular. "Fue una prueba muy exigente. Me salvó, entre comillas, un paraguas pequeño que usé para protegerme del sol directo en la cabeza. No paré de hidratarme y, con un pulverizador y hielo que llevaba en una nevera, me iba refrescando constantemente la cabeza", explica.

Alejandro Navarro y su equipo en la llegada a meta de La Desértica tras 15 horas de recorrido
A lo largo del recorrido, Navarro describe un paisaje desértico y hostil. "El polvo me pasó factura; al ir tan bajo, acabé cubierto completamente, como si llevara una manta encima. Fue durísimo, prácticamente toda la prueba en subida hasta en km 53, pero el equipo se comportó como unos auténticos titanes", añade.
Un equipo a la altura del reto
Alejandro volvió a contar con el mismo equipo que lo acompañó en los 101 kilómetros de Ronda: seis antiguos legionarios y el Dr López del Hospital Nacional de Parapléjicos, todos con amplia experiencia en pruebas de ultrafondo. Además, las mujeres del equipo siguieron el recorrido desde un vehículo de apoyo, entre ellas la Dra Ceruelo, directora de todas las plantas del citado hospital, encargada de supervisar la parte médica.
Alejandro estuvo en todo momento geolocalizado durante toda la prueba para garantizar su seguridad. "El equipo estuvo de diez. Sin ellos no habría sido posible. Cada uno dio lo mejor de sí en las condiciones más duras. Son auténticos titanes", afirma emocionado.
Un ejemplo de organización y humanidad
Alejandro quiso también destacar la atención recibida por parte de la organización de La Desértica y de la Legión. "El trato humano fue impresionante. Estuvieron en contacto permanente con mi familia y conmigo durante toda la prueba, pendientes de mi ubicación y de cualquier necesidad. En especial, quiero agradecer al brigada Pernas y a todo el equipo su profesionalidad y cercanía. Me hicieron sentir seguro en todo momento", asegura.
La historia de Alejandro Navarro no es la de un deportista convencional. Su mensaje va más allá de la meta. En cada reto combina tres dimensiones: la superación personal, la reivindicación de la capacidad del deporte como motor de inclusión y la vertiente solidaria que transforma su esfuerzo en ayuda concreta para asociaciones y colectivos.
Como en cada una de sus gestas, el reto tuvo un propósito solidario. A través de la Asociación Alejandro Navarro, se ha abierto una campaña de micromecenazgo en Migranodearena.es para apoyar al URA Clan, el equipo de rugby inclusivo de Almería que promueve la integración de personas con y sin discapacidad.
Con este nuevo logro, Alejandro Navarro vuelve a demostrar que la fuerza de voluntad y la solidaridad pueden romper cualquier límite.
Su ejemplo inspira a otros deportistas y visibiliza una realidad que va mucho más allá del esfuerzo físico. En su caso, cada meta simboliza un mensaje: que la discapacidad no es un obstáculo para seguir avanzando y ayudar a los demás.





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