La ministra de Defensa, Margarita Robles, acompañada por Almirante Jefe de Estado Mayor de la Armada (AJEMA), almirante general Antonio Piñeiro Sánchez, inaugura hoy en el Museo Naval la exposición temporal "La bandera que vino de la mar. Los colores que nos identifican", dedicada a los 240 años de historia de la enseña que nació en los mares y terminó convirtiéndose en el símbolo de todos los españoles.
Ambos visitarán la muestra con el director del Instituto de Historia y Cultura Naval (IHCN), vicealmirante Enrique Torres Piñeyro, el director del Museo Naval, capitán de navío Juan Escrigas Rodríguez y el comisario de la exposición, José Luis Álvarez Ruiz de la Hermosa, encargados de presentar el recorrido expositivo y la relevancia de las 57 piezas originales.
La exposición temporal conmemora la decisión de Carlos III, en mayo de 1785, de dotar a los buques de la Real Armada de una bandera claramente visible y distinguible a gran distancia. Aquellos colores —rojo y amarillo— pasaron de identificar a los navíos de guerra a convertirse progresivamente en símbolo de identidad nacional.
Desde el próximo viernes, 5 de diciembre, hasta el 5 de abril, la muestra permanecerá abierta al público, con piezas nunca antes exhibidas debido a su tamaño o fragilidad, y otras restauradas expresamente para esta ocasión. Entre ellas se encuentran banderas históricas, estandartes, documentos, pinturas y materiales que ilustran cómo la enseña, nacida en los puertos de Cádiz y La Coruña, se convirtió en el último símbolo que veían quienes partían a ultramar y el primero que reconocían quienes regresaban desde América o Filipinas.

El recorrido invita a comprender no solo la historia de la bandera de la Armada, sino también el sentido colectivo de sus colores, profundizando en el origen y simbolismo de los tonos rojigualdos. El rojo, vinculado desde la Edad Media a pendones, cruces militares y a la propia tradición heráldica española; y el amarillo, presente en los uniformes y decoraciones navales entre los siglos XVI y XVIII, se consolidaron como colores propios de la identidad marítima española.
El director del IHCN, vicealmirante Enrique Torres Piñeyro, destaca la importancia de dar a conocer el origen de un símbolo tan distintivo como nuestra bandera, "que no sólo nos identifica como pueblo sino que también nos une y nos compromete"; por su parte, el director de Museo Naval, capitán de navío Juan Escrigas Rodríguez, pone en valor la importancia de las piezas expuestas, entre ellas banderas de gran tamaño o especial fragilidad: "Algunas nunca habían podido mostrarse hasta ahora. Su conservación y estudio nos ayudan a explicar cómo estos colores se convirtieron en emblema nacional".
La muestra aborda también la expansión del uso del pabellón rojigualdo durante el siglo XIX, desde la Milicia Nacional al Ejército, hasta su oficialización como bandera del Estado en 1843. Un proceso que, como han recordado desde el IHCN, estuvo ligado al surgimiento del sentimiento ciudadano durante la Guerra de la Independencia.
El Museo Naval ha diseñado un programa de actividades asociado a la exposición, dirigido a públicos de todas las edades, como visitas guiadas, talleres y cuentacuentos, con el objetivo de acercar la historia de la bandera a toda la sociedad.





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