Investigadores de la Universidad de Granada han evaluado cómo se recuerdan los dos tipos de mensajes que promueven unos hábitos de alimentación más saludable: personalizados y no personalizados. Los mensajes personalizados, habituales en aplicaciones móviles y relojes inteligentes, se adaptan a las características concretas del usuario, como sus creencias, conocimientos, actitudes, peso, estatura o hábitos alimentarios. Un ejemplo es: "Ana, si comieras menos chocolatinas por las noches, podrías aumentar tu esperanza de vida un 5 %".
Por el contrario, los mensajes no personalizados de la publicidad convencional (como "Disfruta de una alimentación variada, come tres piezas de fruta al día y mantente activo/a todos los días", o la clásica pirámide nutricional) están dirigidos al público general, sin tener en cuenta las particularidades de cada persona.
Los resultados señalan que los contenidos personalizados, en comparación con los que no lo son, provocan una mayor activación en redes cerebrales asociadas con la selección selectiva y la comprensión del mensaje (es decir, en el hipocampo anterior y posterior). Además, durante la fase de recuerdo libre, los participantes del estudio muestran una activación más intensa en áreas cerebrales implicadas en la recuperación de la memoria ante los mensajes personalizados (como el precúneo, el giro angular, la corteza prefrontal ventromedial y el hipocampo).

Este estudio lo firman los docentes del Departamento de Comercialización e Investigación de Mercados Luis Alberto Casado Aranda, Juan Sánchez Fernández, Lucía Porcu e Ismet Ozer.
Concretamente, los investigadores han reclutado a personas con hábitos alimentarios poco saludables y han analizado su actividad cerebral mientras permanecían dentro de un escáner. Durante el experimento, los participantes han realizado dos tareas: primero, leer mensajes personalizados —adaptados a sus características concretas— y mensajes genéricos; después, se les ha pedido que recuerden e imaginen libremente el contenido de esos mensajes mientras se escaneaba su cerebro. Esto ha permitido a los investigadores observar cómo cada tipo de mensaje se procesa y almacena en el cerebro.
Los hallazgos sugieren que las intervenciones personalizadas son beneficiosas, no solo para maximizar la selección inicial y la comprensión de la información nutricional, sino también para mejorar su retención y, por tanto, su integración en los sistemas de aprendizaje del individuo, lo que puede conducir a cambios de comportamiento.
Según la Organización Mundial de la Salud (2024), el 13 % de la población mundial sufre obesidad. Estas cifras alcanzan niveles aún más altos en países como Estados Unidos (42,7 %), Alemania (19 %) y Australia (31,3 %). En España, el 45 % de los hombres y el 31 % de las mujeres sufrieron sobrepeso en 2024. Los problemas de salud asociados con la obesidad causan la muerte de aproximadamente 4,72 millones de personas al año en todo el mundo, lo que representa el 8 % del total de muertes, o aproximadamente el mismo porcentaje de personas que mueren por la contaminación del aire.