La violencia amenaza al hospital de Al Nao, un centro vital para la población de Omdurman, al noroeste de Jartum, mientras el conflicto de Sudán entra en su quinto mes causando un inmenso sufrimiento a la población de Jartum y de otras partes del país.
Los combates en Omdurman han sido especialmente intensos en las últimas semanas, con ataques aéreos, tiroteos y bombardeos que han causado un enorme número de muertos y un dolor y un sufrimiento devastadores. Cientos de hombres, mujeres y niños han resultado heridos, y la violencia, que no cesa, hace que para la población sea muy peligroso y muy difícil tratar de llegar a los pocos centros médicos que funcionan en la zona.
"La semana pasada nos trajeron a varios miembros de una familia que había quedado atrapada en el fuego cruzado. La madre murió, una hija pequeña también, otra perdió una pierna y uno de los hijos resultó gravemente herido", explica Omer, un doctor de Médicos Sin Fronteras (MSF) que trabaja en el hospital de Al Nao. "También llegaron otros tres niños de una misma familia; todos ellos heridos de bala. El niño de nueve años, que había recibido un disparo en la espalda, y otro de seis que recibió un disparo en el ojo derecho, sobrevivieron, pero el otro hermano, de solo cuatro años, falleció".
En un periodo de apenas dos semanas, entre el 29 de julio y el 11 de agosto, el personal de MSF que trabaja en el hospital Al Nao junto a los equipos del Ministerio de Salud sudanés atendió de urgencia a 808 pacientes con distintos tipos de traumas, 447 de los cuales presentaban heridas causadas por disparos de bala, metralla o apuñalamientos. En ese mismo periodo, el hospital trató a 787 pacientes de otras afecciones médicas no traumatológicas, como diabetes, infecciones respiratorias, hipertensión, otras enfermedades cardiovasculares y un largo etcétera.

Paciente siendo tratado en el hospital Al Nao de Omdurmam
El hospital Al Nao es uno de los pocos centros sanitarios que continúan operativos en Omdurman, lo que explica el elevado número de pacientes que acuden o que son llevados cada día a sus instalaciones. Al Nao es además el único hospital del norte de Omdurman que cuenta con sala de urgencias traumatológicas y con capacidad quirúrgica, por lo que todas las personas que sufren heridas graves a causa del conflicto son llevadas allí.
El 4 de julio, un trabajador del Ministerio de Salud que llevaba a cabo sus funciones en el Hospital Materno Infantil Al Saudi de Omdurman, otro centro que también recibe apoyo de MSF, murió tras recibir un disparo mientras caminaba dentro del recinto hospitalario, lo que obligó a cerrar sus instalaciones. El personal del hospital trasladó sus actividades al hospital de Al Nao para que las
"Mientras los médicos de Al Nao trabajan sin descanso, los proyectiles caen en las inmediaciones, causando aún más horror y amenazando la labor de este hospital en el que se salvan innumerables vidas cada día. Hacemos un llamamiento a las partes beligerantes para que respeten a los civiles frente a esta violencia inaceptable y garanticen la protección de los hospitales y del personal sanitario. Si los hospitales no pueden funcionar, lo único que conseguirán es que haya todavía más miseria y sufrimiento", afirma Frauke Ossig, coordinadora de Emergencias de MSF en Sudán.

Los intensos combates que se producen en los barrios cercanos al hospital están afectando enormemente a la población. Por ejemplo, ayer 16 de agosto cayeron obuses al norte y suroeste del hospital, lo que se tradujo en una enorme afluencia de heridos durante los minutos y horas posteriores. Y a ello hay que añadir las personas que presentan heridas accidentales o roturas de huesos, que también necesitan atención médica urgente.
Muchas personas, como aquellas que sufren accidentes cerebrovasculares, infartos de miocardio o urgencias gastrointestinales tienen miedo de verse atrapadas por la violencia, por lo que retrasan todo lo posible la búsqueda de atención médica. Eso implica que algunos de ellos lleguen al hospital cuando ya no es posible hacer nada por ellos. La inseguridad también afecta al personal del hospital, ya que es frecuente que los médicos tengan que doblar turnos cuando los enfrentamientos hacen que sea demasiado peligroso desplazarse desde allí o hasta allí.
Incluso quienes no precisan de atención médica inmediata en Omdurman se enfrentan a las consecuencias de la violencia. La vida cotidiana se ve obstaculizada por los continuos cortes de agua y de electricidad, así como a la escasez de gas para cocinar y a la falta de dinero en efectivo o de cualquier medio de subsistencia. Esta situación tan desesperada tiene un alto coste psicológico para muchas personas.
Como en cualquier otro lugar en el que trabaja MSF, el hospital de Al Nao presta atención médica a las personas basándose únicamente en sus necesidades médicas e independientemente de si se encuentran en uno u otro bando del conflicto o de si son simples civiles atrapados en medio de los combates.
MSF presta apoyo a ocho hospitales en el estado de Jartum, y cuenta con personal en cuatro hospitales de la ciudad de Jartum y Omdurman, a ambos lados de la línea del frente. Además de en Al Nao, MSF también atiende a pacientes heridos en el hospital universitario de Bashair y en el hospital turco del sur de Jartum. En julio, 1.770 heridos de guerra recibieron atención traumatológica en estos tres hospitales.
¨Las personas se enfrentan a incesantes tragedias a causa de esta violencia atroz", afirma Frauke Ossig, Coordinadora de Emergencias de MSF en Sudán. "Me rompe el corazón ver cómo los más vulnerables e inocentes están siendo arrasados por este conflicto".