"Una vez más, a medida que avanza el invierno, asistimos a una escalada de los ataques contra las infraestructuras en toda Ucrania, con bombardeos especialmente incesantes en el este y el sur del país.
En el último mes se ha producido un aumento de los ataques aéreos en toda Ucrania, con más de 900 registrados en el transcurso de una semana. Los acontecimientos de la semana pasada apuntan a una tendencia preocupante, con un aumento de los misiles balísticos y los ataques masivos con drones, incluidos los ataques selectivos generalizados contra las infraestructuras de Kiev. El jueves pasado se registraron cinco alertas aéreas en todo el país a lo largo del día.
A medida que las temperaturas caen en picado, estos ataques han causado lesiones a los niños y las niñas, han sembrado una oleada de miedo y angustia en unas comunidades ya afectadas gravemente, y han dejado a millones de niños de toda Ucrania sin acceso continuado a electricidad, calefacción y agua, exponiéndolos a graves daños añadidos.
Los niños y las familias que corren más peligro son los que ya tienen peor acceso a recursos básicos y de primera necesidad, y los que ya han soportado inmensas dificultades. Estos niños y sus familias no tienen a qué recurrir.
Durante los meses de invierno, las temperaturas suelen bajar hasta los -20 °C, con vientos huracanados que agravan esa sensación térmica. Sin electricidad, los niños y niñas no pueden soportar estas condiciones.
Los apagones y los cortes de electricidad dificultan enormemente la prestación de servicios esenciales por parte de los centros sanitarios, provocando otra situación desesperada, dado el aumento de los casos de neumonía, gripe estacional y enfermedades transmitidas por el agua entre los niños de toda Ucrania.
Sin energía, el ya de por sí frágil sistema educativo se tambalea, interrumpiendo aún más el aprendizaje de los alumnos ucranianos.
Alrededor de 1.800 niños y niñas han muerto o resultado heridos desde la escalada de la guerra en Ucrania. Dado que la cifra solo registra los casos verificados, es probable que el número real sea mayor. Al continuar los ataques selectivos contra zonas civiles e infraestructuras, sólo podemos esperar que mueran y resulten heridos más niños.
UNICEF está suministrando generadores y otros equipos para ayudar al gobierno de Ucrania a mantener en funcionamiento las instalaciones de suministro de agua, calefacción, sanidad y educación. En las zonas más afectadas, UNICEF está proporcionando kits de ropa de invierno para los niños, y mantas para ellos y sus familias. También les estamos apoyando con ayuda en efectivo.
Para poder llegar con ayuda humanitaria inmediata a todos los niños que lo necesitan, es necesario contar con más fondos. Actualmente, nuestro llamamiento para la preparación para el invierno tiene un déficit de financiación de más de 34 millones de dólares (31 millones de euros).
En definitiva, a menos que cesen los ataques y se respeten las reglas de la guerra, la creciente catástrofe humanitaria seguirá prolongándose, agravando el sufrimiento inconcebible de niños y familias.
Hay que proteger a los niños y a la infraestructura civil de la que dependen. UNICEF y nuestros aliados humanitarios debemos tener acceso rápido y sin obstáculos a los niños y las familias que necesitan ayuda humanitaria, estén donde estén".