Se estima que 80.000 niños están en alto riesgo de sufrir cólera con el comienzo de la temporada de lluvias en África Occidental y Central.
El elevado riesgo de propagación del cólera se debe a los brotes activos en la República Democrática del Congo (RDC) y Nigeria, lo que aumenta la amenaza de transmisión transfronteriza a los países vecinos. Chad, la República del Congo, Ghana, Costa de Marfil y Togo también están lidiando con epidemias en curso, mientras que Níger, Liberia, Benín, la República Centroafricana y Camerún permanecen bajo estrecha vigilancia debido a su vulnerabilidad. Se necesitan esfuerzos urgentes y a gran escala para prevenir una mayor propagación y contener la enfermedad en toda la región.
"Las fuertes lluvias, las inundaciones generalizadas y el alto nivel de desplazamiento de la población están alimentando el riesgo de transmisión del cólera y poniendo en peligro la vida de los niños y niñas", ha afirmado Gilles Fagninou, director regional de UNICEF para África Occidental y Central. "Con el acceso a agua potable y las condiciones de higiene ya precarias, se necesita una acción urgente. Esto es una cuestión de supervivencia."
En la República Democrática del Congo (RDC), el país más afectado de la región, el Ministerio de Salud ha reportado en julio más de 38.000 casos y 951 muertes, con niños menores de cinco años representando el 25,6 % de los casos. Los niños y niñas, especialmente los menores de cinco años, son especialmente vulnerables al cólera debido a factores como la mala higiene, la falta de saneamiento y agua potable, y una mayor susceptibilidad a la deshidratación severa. Las provincias más afectadas son Kivu del Sur, Kivu del Norte, Haut Katanga, Tshopo, Haut Lomami, Tanganica y Maniema. Los niños de RDC podrían enfrentar la peor crisis de cólera desde 2017 a menos que se intensifiquen las medidas para contener la epidemia.

La situación en Kinshasa se ha vuelto crítica, con un fuerte aumento de los casos de cólera en las últimas cuatro semanas, tras las intensas lluvias y las inundaciones generalizadas. Con la presión adicional sobre un sistema de salud ya desbordado, la ciudad se enfrenta ahora a un elevado número de notificaciones y a una alarmante tasa de letalidad del 8%.
En Chad, se han notificado 55 casos sospechosos de cólera, incluyendo cuatro muertes, en el campo de refugiados de Dougui, situado a unos 103 kilómetros de Abéché, cerca de la frontera con Sudán. El Ministerio de Salud confirmó la presencia de Vibrio cholerae en dos muestras recogidas el 24 de julio.
La población desplazada —principalmente niños y niñas— vive en condiciones extremadamente precarias, caracterizadas por el hacinamiento, la falta de agua potable, un saneamiento deficiente y atención médica limitada. Estos factores crean un entorno muy propicio para la rápida propagación del cólera si no se implementan medidas urgentes de prevención y respuesta
A finales de junio, Nigeria registró 3.109 casos sospechosos de cólera y 86 muertes en 34 estados, convirtiéndose en el segundo país más afectado en la región de África Occidental y Central. El cólera sigue siendo endémico en Nigeria, y el país ha experimentado importantes brotes recurrentes en los últimos años.
En Ghana, se han reportado 612 casos de cólera hasta el 28 de abril de 2025. En Costa de Marfil, se notificaron 322 casos y 15 muertes hasta el 14 de julio de 2025. En Togo, se han registrado 209 casos de cólera y cinco muertes hasta el 22 de junio de 2025.
Desde el inicio de los brotes, UNICEF ha estado entregando suministros vitales de salud y de agua, higiene y saneamiento (WASH) para las instalaciones de tratamiento y las comunidades. También ha apoyado la vacunación contra el cólera en las zonas afectadas y ha animado a las familias a buscar tratamiento a tiempo y a mejorar sus prácticas de higiene. Simultáneamente, UNICEF está intensificando los esfuerzos de preparación y respuesta en los países en riesgo.
Para ampliar su respuesta de emergencia ante el cólera en toda la región durante los próximos tres meses, UNICEF para África Occidental y Central requiere urgentemente 20 millones de dólares (alrededor de 17,4 millones de euros) para proporcionar apoyo crítico en salud, agua, saneamiento e higiene (WASH), y comunicación de riesgos y participación comunitaria.
"Estamos en una carrera contra el tiempo, trabajando mano a mano con las autoridades para brindar atención médica esencial, agua potable y nutrir adecuadamente a los niños y niñas que ya están en riesgo de enfermedades mortales y desnutrición aguda grave", ha señalado Fagninou. "Junto con varios aliados, estamos fortaleciendo la participación comunitaria y extendiendo nuestro alcance a zonas remotas y desatendidas, haciendo todo lo posible para asegurar que ningún niño se quede atrás".