Islas Baleares presenta el Plan de Inversiones para la Transición Energética de las Illes Balears en el marco del Clean Energy for EU Islands

El Govern de Islas Bareales, a través de la Dirección General de Energía y Cambio Climático, ha presentado este jueves en el marco del Clean Energy for EU Islands la hoja de ruta que seguirá con el Plan de Inversiones para la Transición Energética de las llles Balears elaborado conjuntamente con el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE). Un plan dotado con 233 millones de euros, que tiene como objetivo avanzar en la soberanía energética de las Illes Balears y que se se enmarca en el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, diseñado por el Gobierno de España para la movilización de los fondos europeos Next Generation.

Las Clean Energy for EU Islands, son unas jornadas para la transición energética en las Illes Balears, en las cuales han participado representantes de la sociedad civil y responsables de entidades en lucha contra el cambio climático como Amics de la Terra, Som Energia, ALCAIB o Palma XXI.

El director general de Energía y Cambio Climático del Govern, Pep Malagrava, se ha referido al proyecto como "un plan ambicioso para acelerar la transición energética que tanto necesitamos, no sólo por la emergencia climática sino también por la crisis energética derivada de la invasión rusa; y un plan que permitirá no depender tanto del contexto internacional ni del contexto continental, y ser más soberanos energéticamente a la vez que hacemos una transición justa".

Por su parte, el director general del IDAE, Joan Groizard, ha destacado el importante papel de los Fondos Europeos Next Generation de los que, ha dicho, "son una oportunidad para acelerar la transición energética y avanzar hacia un modelo de energías limipias, pero también una oportunidad para cambiar y reenfocar el modelo productivo". También se ha referido Groizard a los los 233 millones del programa específico para las Illes Balears, que permitirán, asegura, "dar respuesta a las particularidades energéticas del territorio y, en definitiva, aportar soluciones para que Balears pueda reducir emisiones, incrementar renovables y reducir también la dependencia energética exterior".

Por parte del Secretariado del Clean Energy for EU Islands, han participado Marina Montero, coordinadora técnica del Secretariado, y Pau de Vílchez, responsable en España de la iniciativa. Ambos han destacado el esfuerzo del Govern de las Illes Balears para impulsar una transición energética que empodere la ciudadanía, a través del fomento del autoconsumo compartido y las comunidades energéticas. «La transición energética es tanto una necesidad para hacer frente al cambio climático como una oportunidad para democratizar la energía y luchar contra la pobreza energética, así como diversificar y fortalecer la economía local», han dicho. Por otro lado, Montero ha destacado la apuesta de la Unión Europea por acelerar la transición a través de los fondos puestos a disposición para los países miembros y ha subrayado «la importancia que tiene que el Gobierno español haya dedicado unas líneas específicas del Plan de Recuperación Transición y Resiliencia a la transición de las islas».

En las jornadas también han participado Damià Gomis, director de LINCC UIB (Laboratorio Interdisciplinario sobre Cambio Climático de la UIB), centro de investigadores de diferentes disciplinas que trabajan el cambio climático: física, biología o ingeniería.

El Plan de Inversiones para la Transición Energética de las Illes Balears fue presentado el pasado día 14 de marzo por parte del Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico, y se desarrolla en seis programas.

El primero de ellos está dedicado a la creación de cinco oficinas de dinamización para la transición energética (6,5 millones de euros). Estas oficinas, que deberán cubrir todo el territorio, tienen la función de acompañar y guiar a la ciudadanía, las empresas y las administraciones en la absorción de las ayudas, además de concienciar a la ciudadanía y asegurar que la transición energética es inclusiva y, por tanto, llega a todas las capas de la sociedad. Por otro lado, el segundo programa prevé la inversión en proyectos innovadores que puedan diversificar el modelo productivo (33,8 millones), financiando proyectos que creen lugares de trabajo estables y de calidad y estimulando el talento innovador.

La mayor movilización de recursos es la destinada a las ayudas para el impulso de la transición energética. El objetivo es llegar a sectores no cubiertos por otras ayudas existentes e impulsar la generación de energía, el almacenamiento y la instalación de puntos de recarga de vehículos. Los beneficiarios podrán ser particulares, dando prioridad a los colectivos vulnerables; las empresas, favoreciendo sobre todo las pequeñas y medianas empresas, y la Administración Pública.

Así pues, el tercer programa destina 70 millones de euros a afrontar los retos de la insularidad, con la financiación de más de 2.000 puntos de recarga alimentados con energía solar, la promoción de sistemas de alquiler compartido o la promoción del transporte colectivo en zonas de alto valor ambiental. También prevé acompañar la creación de zonas de bajas emisiones y actuaciones de descarbonización del mar, favorecer la electrificación de hasta 20 puertos y fomentar la construcción de embarcaciones de cero emisiones, entre otras actuaciones. Finalmente, incluye acciones de autoconsumo y almacenamiento en infraestructuras del ciclo del agua. Debe destacarse también la voluntad de que esta transformación del modelo energético sea socialmente justa. Por ello, el cuarto programa destina 30 millones al impulso de proyectos integrales de autoconsumo en edificios con viviendas donde viven familias en situación de vulnerabilidad, entre otras actuaciones que también implican la Administración Pública y los grandes consumidores de energía.

El quinto programa destina 68 millones a ayudas a la generación de energías renovables y da prioridad al suelo urbano, así como a la solarización de aparcamientos, los sistemas de almacenamiento, la creación de comunidades energéticas y la mejora en la gestión de la red. Finalmente, debe destacarse la apuesta por la transición energética a la Administración de la Comunidad Autónoma, establecida en el sexto programa, que invierte 25 millones para lograr el objetivo de llegar al 35 % de autoconsumo en 2026.