El Ayuntamiento de Málaga, a través del Área de Sostenibilidad Medioambiental, ha impulsado la elaboración de un Plan de Infraestructura Verde y Azul de Málaga. Este documento servirá de hoja de ruta para la planificación de la ciudad orientada a la adaptación climática con actuaciones que permitan incrementar, mejorar y conectar las zonas verdes además de seguir avanzando en la integración de ríos y el mar tanto en la estrategia del desarrollo sostenible de la ciudad como en la conservación de los ecosistemas. La asistencia técnica para la redacción de este plan ha salido a concurso con un presupuesto de 124.980 euros (IVA incluido) y un periodo de ejecución de seis meses. El plazo para la presentación de ofertas permanecerá abierto hasta el 14 de agosto.
Tal y como recoge el pliego, los objetivos que se persiguen son desarrollar una planificación estratégica del verde y el azul en la ciudad, mejorar la conectividad ecológica, incrementar la biodiversidad urbana a través de la mejora de las zonas verdes existentes y la creación de nuevos espacios naturales, aumentar la superficie de zonas verdes accesibles para la ciudadanía, mitigar los efectos del cambio climático mediante el incremento de árboles en calles y espacios públicos y promover el uso de soluciones basadas en la naturaleza mejorando la gestión del agua y la adaptación a las condiciones climáticas futuras.
La ejecución del contrato contempla varias fases. En primer lugar, la empresa que resulte adjudicataria deberá realizar un análisis de la situación actual con una recopilación de todos los espacios verdes de la ciudad incluyendo información sobre orografía, superficie, características geológicas del terreno o el grado de impermeabilización; así como un estudio del clima actual y su evolución a medio plazo, además de analizar la normativa existente a nivel nacional y regional respecto al desarrollo de la infraestructura verde. En este sentido, cabe recordar que el Ayuntamiento está redactando el nuevo Plan Director del Arbolado, cuyo objetivo principal es generar una mayor cobertura vegetal.
En base a este análisis previo, el documento deberá ofrecer una planificación de actuaciones concretas, tanto de mejora de las zonas verdes existentes como de determinación de nuevos parques urbanos y en zonas de expansión en los que también se tendrán en cuenta la ubicación de los cauces fluviales de la ciudad. Además, se apostará por la creación de corredores verdes que permitan conectar las zonas verdes y espacios de vegetación para favorecer también la biodiversidad.
Igualmente, se redactará un plan de participación ciudadana para fomentar la implicación de la ciudadanía en el diseño y gestión de las infraestructuras verdes mediante talleres, encuestas y actividades comunitarias que ayuden a recoger sugerencias de la población.
Estrategia municipal
La elaboración de este Plan de Infraestructura Verde y Azul de Málaga se enmarca en las medidas impulsadas por el Ayuntamiento para minimizar los efectos del cambio climático (aumento de temperaturas, periodos de sequía, lluvias torrenciales…), entre las que destacan acciones como el desarrollo de nuevas zonas verdes, que ha posibilitado que la ratio de metros cuadrados de espacios verdes por habitante haya alcanzado los 13,4 metros, frente a los 7,67 contabilizados en 2017. Igualmente, se está avanzando en la habilitación de zonas de confort climático cuya ubicación se puede consultar en un mapa disponible en la web https://medioambiente.malaga.eu/parques-y-jardines/Areas-de-confort-climatico/ y en otras actuaciones como la aplicación de técnicas de drenaje sostenible en las urbanizaciones con objeto de reducir la impermeabilización de suelos y promover la recarga de acuíferos.
En paralelo, el Ayuntamiento de Málaga continúa aumentando la masa arbórea, tanto en calles y jardines públicos de los 11 distritos como en las áreas forestales, como una de las principales medidas para mejorar la calidad del aire, proporcionar sombra, reducir las islas de calor y potenciar la biodiversidad al aportar un hábitat a especies de aves e insectos. Así, la campaña anual de plantación en suelo urbano, desarrollada entre octubre de 2024 y el pasado mes de marzo, se ha completado con la incorporación de 1.869 nuevos árboles, de los que 1.698 han sido plantados en la vía pública y en parques mientras los 171 restantes están ubicados en el interior de centros educativos. Hibisco, almez, naranjo agrio, lapacho rosado, flamboyán, ciclamor canadiense, sófora y pitanga son las especies más plantadas en esta última campaña. Se trata, en su mayoría, de árboles de porte medio, de forma que el desarrollo de sus raíces es menos invasivo en el subsuelo y el acerado.
De esta forma, en las últimas seis campañas se ha acometido la plantación de 8.101 ejemplares, con lo que el arbolado urbano (no los ubicados en zonas forestales) está integrado actualmente por 110.000 unidades, pertenecientes a más de 400 especies.
Además, sólo en los últimos cuatro años se han plantado 35.000 plantones de especies como algarrobo, almendros, pino, acebuche, almez o ciprés en las zonas forestales y parques periurbanos, con un índice de supervivencia por encima del 90%, en el marco de las campañas de reforestaciones que, con un presupuesto anual de 150.000 euros, persiguen aumentar la cubierta arbórea para mitigar el cambio climático, incrementar la captación de CO2 y cesión de oxígeno, disminuir la temperatura ambiente, frenar la erosión y velocidad de escorrentía, y favorecer la biodiversidad.