En las últimas décadas, la digitalización de la enseñanza ha transformado la vida en las aulas. En este contexto, más allá de la incorporación de nuevas herramientas tecnológicas, una investigación desarrollada en la UMA y en el marco del proyecto SocioTechED, coordinado junto a la Universidad de Barcelona, analiza cómo las políticas educativas y las herramientas digitales están influyendo en la forma en que el profesorado vive y comprende su labor educativa.
El trabajo, publicado en la Revista Española de Educación Comparada, pone el foco en la experiencia docente y profundiza en las implicaciones políticas, subjetivas y pedagógicas de este proceso. Diego Martín Alonso y Eva Guzmán Calle (Dpto. Didáctica y Organización Educativa), autores del trabajo, apuntan a otros estudios previos que habían documentado un proceso global de privatización educativa, intensificado tras la COVID-19 mediante la digitalización de la enseñanza."Sin embargo, la mayoría de estas investigaciones sobre digitalización educativa abordaban aspectos de corte didáctico y metodológico, dejando de lado las consecuencias de estos fenómenos de privatización en las prácticas del profesorado y, en última instancia, en la equidad", señalan.
Digitalización y capitalismo
Frente a una extendida visión de la digitalización como un simple proceso de modernización tecnológica, los investigadores profundizan en la función de estas herramientas como dispositivos sociopolíticos que reconfiguran la manera en que el profesorado se relaciona con su trabajo.
El estudio se desarrolló en dos fases: una preliminar, con dos grupos de discusión y dos entrevistas a personal educativo; y una principal, con un estudio de caso con una maestra de Educación Primaria en Andalucía.
Uno de los hallazgos principales tras el análisis y discusión de este caso fue que "las tecnologías digitales no poseen un valor pedagógico intrínseco, sino que somos los docentes los que les damos valor de uso condicionados por las barreras de enseñanza", apunta el investigador Diego Martín Alonso. En muchos casos, especialmente en centros con recursos limitados y ratios elevadas, el estudio revela que estas herramientas terminan intensificando la carga laboral sin mejorar la calidad educativa.
Asimismo, desde una perspectiva política, la investigación advierte que las mercancías digitales son los dispositivos que sostienen las políticas y discursos neoliberales en las prácticas escolares propias del capitalismo donde se promueven la eficiencia y la productividad como valores centrales. El análisis señala, además, que se pone en riesgo el papel de la educación como espacio para el pensamiento crítico, el diálogo y el cuidado.
El "tecnosolucionismo"
En este marco de la privatización educativa digital, el estudio apunta a la aparición del "tecnosolucionismo" como una estrategia implementada por el propio profesorado para solucionar, de manera individual y mediante el uso de la tecnología, los problemas estructurales que encuentra en su práctica diaria. De esta manera, como manifiestan los investigadores, "se articulan prácticas propias de la pedagogía neoliberal y, en última instancia, se terminan asumiendo estas prácticas como propias, constituyendo así un proceso de subjetivación neoliberal".
Una respuesta colectiva
El resultado del trabajo plantea una posición que no se enmarque entre la tecnofobia o la tecnofilia, sino que piense más allá de las herramientas y contemple las estructuras, abriendo una línea de estudio para futuras investigaciones: "Las tecnologías no son buenas ni males por sí mismas. Son herramientas digitales y, como tal, dependerán del uso que hagamos de ellas. Ese es el trabajo que estamos iniciando ahora: estudiar cómo podemos llevar a la formación del profesorado, inicial y permanente, un uso crítico y ético de las herramientas digitales y la IA, que esté al servicio de la relación educativa y de la infancia", concluye Martín Alonso.





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