El Ayuntamiento de Alcalá de Guadaíra ha finalizado las actuaciones de conservación y adecentamiento llevadas a cabo en el Molino de la Tapada y que le han devuelto su esplendor. Los trabajos han permitido mejorar el estado general de esta identitaria construcción molinera alcalareña, tras las inundaciones provocadas por las lluvias de la pasada primavera, y tras la degradación natural por el paso del tiempo, tal y como ha explicado la delegada de Monumento Natural, Medio Ambiente y Sostenibilidad, Luisa Campos. Se ha tratado de una actuación no sólo de limpieza y adecentamiento, sino de conservación patrimonial, muy especialmente de los elementos pictóricos de la fachada y herrajes del molino.
Esta actuación conjunta entre Patrimonio y la Delegación de Monumento Natural, Medioambiente y Sostenibilidad, se engloba dentro del proyecto de conservación y mantenimiento de los molinos ribereños, desde La Aceña al Realaje, pero dadas las singularidades patrimoniales del Molino de la Tapada éste requería de una actuación específica por parte de restauradores. Campos, ha explicado que también se ha recuperado la iluminación del molino, tanto interior como exterior.
El delegado de Patrimonio, Cultura y Turismo, Christopher Rivas, ha recordado que este molino es diferente al resto, al ser el único con una fachada con ornamentación pictórica, de similar estilo a las del patio del Ayuntamiento, al pertenecer ambas construcciones a la misma orden religiosa. El Molino de la Tapada, cuya existencia está documentada desde el siglo XVI, es uno de los pocos molinos del entorno de la Ribera del Guadaíra que cuentan con un sistema hidráulico de cubo alimentado por manantial, en lugar de captar el agua directamente del río como la mayoría de ellos.

Molino de la Tapada
Su fisonomía singular y su ubicación estratégica lo convierten en una pieza destacada dentro del conjunto de molinos ribereños. A lo largo de su historia ha estado vinculado a destacadas familias señoriales, como los Afán de Ribera, y posteriormente a la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios, lo que refuerza su relevancia tanto arquitectónica como simbólica. En su fachada aún se conservan elementos pictóricos de la etapa tardo-barroca —finales del siglo XVII y principios del XVIII— que lo dotan de un valor patrimonial excepcional. Además, su belleza y carácter evocador han inspirado diversas referencias literarias a lo largo del tiempo.
Ante esto, Christopher Rivas ha explicado que en los próximos meses serán más los trabajos de intervención que se realizarán en algunos de los molinos que requieren trabajos de consolidación y que nos permitirán seguir conservando nuestro patrimonio.
Por último, Rivas ha reiterado el llamamiento al respeto patrimonial, ya que estas actuaciones "no sólo permiten ofrecer la mejor imagen posible para los visitantes del entorno natural, sino seguir cuidando y protegiendo los elementos que nos hacen únicos y forman parte de nuestra historia e identidad".