La actividad de la Policía Nacional en Calatayud comenzó el 28 de septiembre de 1925. Así consta en el primer libro- registro de lo que era un organismo estatal de seguridad, denominado Inspección de Vigilancia. Con posterioridad pasaría a ser Comisaría de la Policía Nacional.
Se cumplen por tanto cien años de "vocación y entrega, de implicación y cercanía, de servicio público a Calatayud", como decía su alcalde, José Manuel Aranda. Este ha sido el motivo por el que esta tarde se ha reconocido con la máxima distinción, la Medalla de la Ciudad, a quienes "sois garantes de la libertad y de los derechos de todos sin distinciones, y del principio de igualdad ante la ley".
La Iglesia de San Pedro de los Francos ha sido el lugar donde se ha encontrado el personal de este cuerpo, que ha trabajado en la localidad del Jalón en distintas etapas.
Ha sido una tarde importante para todos ellos por la gratitud y el cariño que han recibido, y en la que han estado acompañados por el delegado del Gobierno en Aragón. Fernando Beltrán ha agradecido en nombre del Gobierno de España "el reconocimiento que Calatayud ha otorgado a la Policía Nacional" y ha destacado las estrechas relaciones entre este cuerpo policial y la ciudad.

"La Policía Nacional está volcada y fuertemente enraizada con la vida social, cultural, artística y deportiva de esta ciudad. Siempre presente y alerta, velando por la seguridad ciudadana y por la preservación de los derechos fundamentales. Y Calatayud también está volcada con la Policía Nacional, cuyos componentes trabajan con total eficacia con el resto de servicios públicos del municipio y de la comarca, ya sean policiales, de emergencias, bomberos, sanitarios, etc".
El delegado también ha destacado la capacidad de evolución ante los desafíos y transformaciones y, en ese sentido, ha recordado algunos de los hitos de la Policía Nacional en este municipio, uno de los dos, junto con Jaca, que tiene comisaría, al margen de las tres capitales de provincia.
A ese "privilegio", se ha referido José Manuel Aranda, porque la existencia de este centro policial ha hecho que Calatayud sea referente administrativo para muchas localidades de comarcas y provincias colindantes. El regidor municipal ha trasladado el sentir de toda la Corporación municipal, pues ha sido con la unanimidad de todos los grupos políticos, con la que se ha aprobado la concesión de esta distinción en Pleno.
Implicación con los vecinos
"Ofrecéis seguridad y tranquilidad, factores que han contribuido al crecimiento de Calatayud en este siglo", decía el primer edil, que incidía en la relación de cooperación y apoyo mutuo que siempre ha existido con el ayuntamiento, así como en la implicación de este cuerpo con instituciones y colectivos de todo tipo, demostrando que "la cercanía es otra de vuestras cualidades".

A Marco Antonio Navarro, inspector jefe, y actual jefe de la comisaría bilbilitana, le ha correspondido recoger la Medalla de la Ciudad que lleva grabado el escudo de Calatayud, junto con un pergamino que justifica su concesión.
En su intervención, ha dado las gracias por ese reconocimiento colectivo, y se ha mostrado convencido de que la relación estrecha y sólida de la Policía Nacional con los bilbilitanos se perpetuará, pues sus funciones y la cooperación no se entienden como una obligación sino que surge de forma innata.
El jefe superior de la Policía Nacional en Aragón, Florentino Marín, entre otras muchas autoridades, ha querido estar presente en este acto, que ha contado con una sorpresa. Era un regalo de la comisaría para los bilbilitanos: la actuación de la Agrupación Musical Pascual Marquina.
Esta ponía el broche de oro con una actuación que ha contado también con el tenor de la Policía Nacional, Ángel Cortés, y que abría el bilbilitano Nacho del Río. Sus voces interpretaban los himnos de Calatayud y de la Policía Nacional. También se ha escuchado el de España.
Con la música se ha cerrado una tarde de emociones por la generosidad de los galardonados con Calatayud durante todo un siglo, y por la que han demostrado los bilbilitanos con estos al concederles la máxima distinción que otorga la ciudad.