La Policía Nacional detuvo en el mes de mayo a cuatro integrantes de una organización dedicada al robo con fuerza en interior de vehículos que operaba en distintas zonas de la ciudad de Zaragoza.
La investigación comenzó a finales del año 2024 cuando la Comisaría de Arrabal recibió varias denuncias por robos en vehículos en su demarcación. Los integrantes del grupo de Policía Judicial recopilaron desde entonces denuncias de hechos de la misma naturaleza en el resto de la ciudad para unificar la investigación ya que todo apuntaba que la autoría de los ilícitos podía estar detrás de un mismo grupo dadas las similitudes entre los hechos y el tipo de vehículo elegido para cometer los robos, en su mayoría pequeñas furgonetas de trabajo.
Casi en la totalidad de los hechos que se imputan a los integrantes del grupo (cerca de treinta robos) el modus operandi era la fractura de cristal para posteriormente acceder al habitáculo y sustraer los efectos de valor, en gran parte herramienta, pero también material de electrónica y los enseres personales de los propietarios que encontraban.
Las primeras detenciones se produjeron a mediados del mes de mayo, entonces dos de los integrantes fueron localizados en las proximidades de sus domicilios y fueron puestos a disposición judicial, decretándose para uno de ellos, de 40 años de edad, su ingreso en prisión ya que mientras cometía los ilícitos se encontraba cumpliendo condena en régimen de tercer grado.
Una semana después ya se había localizado a otros dos miembros de la organización y ambos fueron detenidos.
Se trataba de un grupo criminal muy activo a los que se les imputan casi una treintena de hechos y cuyos miembros contaban con antecedentes policiales por hechos similares, alguno de ellos con amplios historiales delictivos con casi cuarenta reseñas desfavorables.
Es de reseñar la colaboración ciudadana para poder culminar la operación de forma fructífera ya que varias de las víctimas aportaron información de los posibles autores a quienes estuvieron a punto de sorprender mientras robaban y cuya actitud les pareció sospechosa.
Además de los robos con fuerza y la pertenencia a grupo criminal, a uno de ellos se le imputa también una simulación de delito ya que denunció un robo en su propio coche. Al verse sorprendido por una de las víctimas éste dijo haber sufrido el robo en el interior de su coche y llegó incluso a poner la denuncia en una comisaría, pudiendo comprobar los agentes la simulación.