La cartuja de Nuestra Señora de las Fuentes, en Sariñena, volverá mañana viernes a ser el corazón palpitante de la música en el Alto Aragón. El recinto monástico, joya barroca levantada en medio de los Monegros, será el escenario de excepción donde el bosnio Goran Bregovic, una de las figuras más carismáticas y universales de la música balcánica, ofrecerá un concierto que promete convertirse en una experiencia inolvidable.
La cita abre el primero de los dos conciertos de clausura de la sexta edición del Festival SoNna Huesca, que organiza la Diputación Provincial de Huesca, y que ha convertido durante todo el verano la naturaleza de la provincia en un gran auditorio al aire libre.
Bregovic no necesita presentación. Desde hace décadas es un músico puente entre culturas, un alquimista del sonido que ha sabido destilar en sus composiciones la energía popular de los Balcanes, los cantos gitanos, la polifonía ortodoxa y hasta el rock de sus orígenes. Su carrera comenzó en los años setenta con la banda Bijelo Dugme, considerada la más influyente del rock yugoslavo, pero fue con sus trabajos para el cine cuando su nombre dio la vuelta al mundo. Las bandas sonoras para Emir Kusturica en películas como El tiempo de los gitanos o Underground crearon un sonido inconfundible: vitalista, a veces frenético, cargado de humor y melancolía a partes iguales.

En el escenario, Bregovic no se presenta nunca en soledad. Le acompaña la imponente "Orquesta de Bodas y Funerales", un conjunto que combina metales balcánicos, percusión atronadora, voces búlgaras y coros masculinos en una mezcla tan festiva como espiritual. Cada concierto suyo es un rito colectivo, un viaje de emociones que oscila entre la solemnidad de una misa y el desparrame de una verbena popular. Quienes han asistido a sus directos saben de esa energía que desborda cualquier frontera, una celebración de la música como lenguaje universal.
Que ese torbellino musical resuene en la cartuja de Nuestra Señora de las Fuentes no es un detalle menor. El monasterio, declarado Bien de Interés Cultural, es uno de los espacios más singulares del patrimonio aragonés. Sus muros albergan el mayor conjunto mural de Aragón, obra del pintor fray Manuel Bayeu, cuñado de Goya. Tras años de olvido y deterioro, la cartuja se ha ido recuperando como un espacio vivo, capaz de acoger la cultura contemporánea sin perder su raíz espiritual, gracias a la Diputación Provincial de Huesca.
El festival SoNna Huesca ha apostado en cada edición por la unión entre música, territorio y paisaje, y pocas veces se hace tan patente esa alianza como en este final de ciclo. Que los ecos balcánicos de Bregovic retumben bajo las cúpulas pintadas de la cartuja es un ejemplo perfecto de cómo el patrimonio puede dialogar con el presente. La resonancia de trompetas, tubas y voces se entrelazará con el silencio monacal de un lugar concebido para la contemplación, generando una experiencia única.
Travis Birds y La Bien Querida
El concierto de Bregovic abrirá, además, un fin de semana especial. El sábado 13 de septiembre, también en la cartuja de Nuestra Señora de las Fuentes, subirán al escenario Travis Birds (19.00) y La Bien Querida (20.30), dos nombres esenciales de la escena española actual. La primera, autora de canciones como Coyotes o Madre Conciencia, se ha consolidado como una de las voces más personales y magnéticas del pop de autor. La segunda, La Bien Querida, lleva más de una década tejiendo un repertorio que mezcla dulzura melódica con arreglos electrónicos, siempre desde una poética cercana y emocional. Ambas serán las encargadas de poner el broche definitivo a esta sexta edición del certamen.
Así, la despedida del SoNna Huesca 2025 se vivirá entre contrastes: el estallido festivo y universal de Bregovic frente a la introspección íntima y contemporánea de Travis Birds y La Bien Querida. Tres propuestas distintas, unidas por un mismo escenario cargado de historia, y por un festival que cada año convierte a la provincia de Huesca en un referente de cómo la música puede transformar los paisajes y el patrimonio en experiencias compartidas, donde artistas y público descubren que, en medio de los Monegros, un viejo monasterio puede latir como un corazón joven.
Las localidades para ambos conciertos tienen un precio de 25€ si la compra es anticipada o de 30€ si es en taquilla. Los menores de ochos años tienen entrada gratuita disponible en la web (dphuesca.es/sonna-invitaciones). Los menores de 15 años deben ir acompañados y los menores de 18 años deben portar el documento de menores que también se puede descargar en la web.