La Policía Nacional ha vuelto a demostrar que proteger al ciudadano es su máxima prioridad, fiel a su esencia de servicio, humanidad y entrega absoluta. El pasado viernes, agentes destinados en el filtro peatonal de entrada a España por la frontera de La Línea de la Concepción con Gibraltar protagonizaron una intervención ejemplar al asistir a un ciudadano que, mientras realizaba los trámites de acceso, comenzó a sentirse indispuesto, se desplomó y entró en parada cardiorrespiratoria.
Los policías, sin dudarlo un instante reaccionaron con inmediatez, aplicando sus conocimientos en soporte vital básico con gran eficacia, monitorizando de forma constante los signos vitales del afectado y practicando maniobras de reanimación cardiopulmonar (RCP) mediante compresiones torácicas que lograron reanimar al ciudadano antes de la llegada de los servicios sanitarios.

Los equipos médicos que acudieron al lugar destacaron la dificultad añadida del caso, dado que se trataba de una persona con numerosos antecedentes médicos que aumentaban considerablemente el riesgo de un desenlace fatal. Tras estabilizarlo, fue trasladado al Hospital de La Línea de la Concepción para su evaluación y observación.
Esta actuación pone de relieve no solo la preparación y entrega de los agentes de la Policía Nacional, sino también la eficaz coordinación entre los Servicios de Emergencias y las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad en momentos críticos. Una vez más, la Policía Nacional demuestra que su labor va más allá de velar por la seguridad: también protege la vida y el bienestar de todos los ciudadanos.