Pocearión es una impresionante laguna circular que se formó, a lo largo de los siglos, por la lenta filtración del agua, sin embargo, según la leyenda popular, en realidad se trata de un portal de ingreso al infierno y, quienes se asoman a sus bordes, pueden oír los lamentos de todas las personas que el diablo arrastró a sus dominios por sus pecados o porque, en un momento de irreflexión, ambición o simple desesperación, le vendieron su alma; su nombre viene del dios Airón, una deidad prerromana venerada por el pueblo celta de los Pelendones, quienes habitaron esta región 2.500 años atrás, entre cuyos rituales se encontraba arrojar armas a las aguas para asegurarse la victoria frente a sus numerosos enemigos.
La realidad, más allá del mito, es que se trata de un fenómeno natural realmente increíble, ubicado en el centro de la Sierra de la Demanda. Para llegar allí se debe recorrer un sendero que comienza en la encantadora Aldea del Pinar (Burgos).
Rodeado por pinares, enebros y sabinas, con el suelo cubierto por líquenes y musgos, Pocearión resulta impresionante, especialmente cuando aparece la bellísima fauna del lugar, compuesta por jabalíes, corzos y ciervos.
Un detalle fundamental es que, gracias a su particular situación geográfica, aquí crecen árboles como el pino albar, el pino negral y el roble junto a plantas usadas, tradicionalmente, por los habitantes de la región, con fines medicinales, como la manzanilla, el orégano, el tomillo, la cola de caballo, el té de roca y la menta poleo. Además, en esta zona destacan las setas, que aparecen y se multiplican durante el otoño, especialmente los champiñones y los hongos.

Aldea del Pinar
Los visitantes de la ciudad, acostumbrados a lidiar con el smog, suelen ser los más sorprendidos con el aire puro de este lugar y su fuerte aroma a tierra mojada.
Al anochecer, todo el paisaje se llena de brumas, haciendo que el turista se sienta transportado a un mundo muy particular (y, para muchos, aterrador), donde los diferentes elementos -el olor a resina, los ruidos furtivos de los animales, la sensación de haber entrado a otro mundo- se potencian exponencialmente.
Aldea del Pinar: una maravilla histórica que merece la pena conocerse
Ubicada a solo 77 Kilómetros de Burgos, destaca por sus imponentes casas carreteras, construcciones típicas de la zona que se usaban para guardar carros en su interior porque la principal actividad del pueblo era la carretería.
En noviembre, los carreteros volvían a sus casas y se pasaban los siguientes cuatro meses construyendo aperos y otros materiales para vender, luego, emprendían una larga marcha para comercializar esos productos en diferentes mercados de todo el territorio español.
El pueblo ganó dos veces el Premio a la Conservación del Patrimonio Urbano Rural (2007 y 2012), galardón concedido por la Diputación Provincial de Burgos.
Cómo llegar:
- Desde Burgos, el viaje tarda aproximadamente 55 minutos por la carretera N-234.
- Desde Soria, el trayecto dura aproximadamente 50 minutos por la carretera N-234.





Guía de San Pedro Alcántara
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