El Parador de Turismo de Cardona, situado en una fortaleza del siglo IX, es uno de los complejos más impactantes de toda España, al ofrecer una visión única de Cardona, el Pirineo y la Cataluña interior. Recientemente se realizó una inversión de aproximadamente tres millones de euros para mejorar su aislamiento térmico, instalar nuevos ascensores, actualizar la red wifi, renovar los baños y mejorar la accesibilidad a las diferentes áreas.
Aquí se encuentra la famosa torre Minyona, origen de una aterradora historia: según la leyenda, en el siglo XI, el vizconde de Cardona recibió en el castillo al príncipe musulmán Abdalà, quien se enamoró de Adalés, su hija menor. La joven había anunciado su intención de renunciar al matrimonio e ingresar en un convento, sin embargo, todo cambió con la llegada del apuesto invitado de su padre, de quien se enamoró perdidamente.
La pareja mantuvo su pasión oculta hasta que fueron descubiertos y el vizconde decidió imponerle a su heredera una pena terrible: "Que Dios decida: encerremos a Adalés en la torre. Si llueve, beberá. Si no, morirá de sed". La joven falleció y Abdalà fue destrozado a espadazos por los soldados del padre de su novia. Tras lo ocurrido, la torre fue bautizada como "la Minyona" (doncella, en catalán).
Como consecuencia directa de estos hechos, en la actualidad hay una habitación del parador que no se alquila, a menos que el cliente la solicite expresamente, y el motivo es simple: supuestamente allí aparece el fantasma de la joven muerta. Las personas que han presenciado el fenómeno aseguran que se escuchan gritos aterradores, las canillas se abren y cierran frenéticamente, los muebles son arrastrados por una fuerza invisible, que los arroja contra el piso o los amontona en los rincones, una voz grita desconsolada y, finalmente, una aterradora figura blanca aparece y desaparece en cuestión de segundos.

Castillo de Cardona
Por otra parte, el director Orson Welles, creador de clásicos como "El ciudadano", "La dama de Shanghái" y "Sed de mal", usó el castillo como parte del escenario de "Campanadas de medianoche", una de sus últimas grandes películas, donde retrata el complejo vínculo entre Sir John Falstaff, un emblemático personaje de William Shakespeare, y el príncipe Hal. Una de las escenas más famosas y recordadas de este film es la batalla de Shrewsbury, donde el director logró convertir, gracias a su inmenso talento para la escenificación y su magistral manejo de cámaras, a un centenar de extras en un ejército de miles de hombres. Martín Scorsese no ocultó su admiración por la película en general y esa escena en particular: "Creo que, si vas a mirar a Orson Welles, deberías ir a 'Campanadas de medianoche'. Hay tantos niveles diferentes en la película. De esta obra 'shakesperiana' surge una extraordinaria realización cinematográfica. En cuanto a escenas de acción se refiere, la mejor escena de batalla jamás filmada está también ahí. Sé que los chicos que hicieron 'Corazón valiente' (Mel Gibson) la estudiaron, sé que nosotros también la estudiamos mucho".
En 2015, se realizó un homenaje a este film en el castillo de Cardona al que asistieron su protagonista, el actor Keith Baxter, la hija de Orson Welles, Chris Welles Feder, y el director de la Filmoteca de Catalunya, Esteve Riambau. "Aunque los actores estamos acostumbrados a fingir nuestras emociones en el trabajo, la emoción que en este momento es real, porque este lugar está lleno de fantasmas. El fantasma de Orson Welles, el fantasma de John Gielgud, el fantasma de Jeremy Rowe... y el fantasma de la risa, porque, durante el rodaje de la película, reímos mucho", confesó Baxter.
Por su parte, Riambau recordó: "Cada uno de los rincones de este lugar fue aprovechado por Orson Welles. Media hora del metraje final de la película está rodada aquí, y es para mí una gran satisfacción haber llevado los actos del centenario aquí, como uno de sus puntos culminantes".





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