El Seminario de Moncada acoge la décima edición del campamento "Anawin", en el que participarán 30 personas con discapacidad y finalizará el próximo domingo, 24 de agosto.
Este décimo campamento Anawin "es una gran celebración de alegría y acción de Gracias por tantas cosas buenas que Dios Padre nos ha dado todos estos años. En el campamento vemos como acontece la voluntad Dios y experimentamos su bendición por medio de los anawines en todos nosotros", indican desde la organización del Campamento.
El lema de este año "Vió Dios cuanto había hecho, y todo era bueno" (Gn1, 31) es cuanto ha pasado en todos estos años. "En estos días de campamento centraremos cada día en las diferentes formas que Dios ha sido bueno con nosotros".
Además de contar con los "anawines", sus familias y con seminaristas, religiosos, sacerdotes, y servidores, participan también en el campamento los sacerdotes que comenzaron esta aventura en 2014, Jorge López ,y Carlos Bou, junto a dos seminaristas que quieren "agradecer especialmente a tanta gente que durante estos años nos han acompañado y ayudado a que pueda realizarse ya la décima edición de este campamento tan entrañable".
Las personas con discapacidad, los "anawines" -que significa en arameo "hombre pobre, cuya riqueza es tener a Dios"- comparten unos días de convivencia y actividades en el Centro de Convivencias Diocesano "Galilea", dentro del Seminario Mayor.
La alegría, característica fundamental del campamento
Tanto los sacerdotes, que concelebran las distintas misas y oraciones, como los servidores, que dedican estos días a los "anawines", están a su servicio en un campamento "que tiene como característica fundamental la alegría, y el hilo conductor de este campamento es la relación con la Santísima Trinidad. Los "anawines" vienen a conocer que son hijos de Dios Padre, hermanos del hijo, Nuestro Señor Jesucristo, y que están llamados a vivir del Espíritu Santo, y cada día ir profundizando en esa relación", destaca Jorge López, director del Secretariado para las personas con discapacidad del Arzobispado de Valencia.
Origen del campamento "Anawin"
Esta iniciativa surgió de la Familia Consolación "formada por laicos que anuncian a Jesucristo a los que padecen cualquier necesidad"; de las comunidades de Fe y Luz Valencia, que centran su labor en familias con hijos que tienen discapacidad intelectual, movimiento que se ha constituido en el Foro de Laicos del Arzobispado bajo la denominación "Puerta del Cielo"; el Cottolengo del Padre Alegre de Valencia, que acoge a personas con discapacidad; además del Seminario Metropolitano "La Inmaculada" y numerosos voluntarios y amigos de diferentes parroquias de la diócesis y carismas.
La primera edición del campamento "Anawin" nació en 2014 a raíz de las Pascuas de servicio que realizaban las Hermanas de la Consolación en comunión con las comunidades de Fe y Luz, con la colaboración de los entonces seminaristas y hoy ya sacerdotes diocesanos Camilo, Jorge y Carlos.