Benamejí ha conmemorado hoy el Día Internacional del Flamenco con un emotivo acto de homenaje a Salvador García Saso, conocido artísticamente como Salvaorillo. La jornada ha estado marcada por el descubrimiento de un azulejo conmemorativo dedicado al cantaor, cuya historia ha sido recientemente recuperada y vinculada de manera definitiva a la localidad.
La alcaldesa de Benamejí presidió el acto y destacó la importancia de esta figura para el arte jondo y para la identidad cultural del municipio. "Benamejí es, y siempre ha sido, tierra flamenca; un lugar donde el cante forma parte de nuestra manera de ser y de entender la vida", afirmó durante su intervención. Asimismo, subrayó el profundo valor del reconocimiento público a Salvaorillo: "Hoy reparamos una deuda histórica con un artista pionero, nacido en esta tierra, que llevó su voz por toda España y dejó una huella decisiva en los orígenes del flamenco".
El homenaje incluyó la revelación del azulejo instalado en las inmediaciones del paraje de La Grieta junto a la calle Antequera, lugar donde nació Salvaorillo el 8 de julio de 1844. La alcaldesa anunció, además, que en las próximas semanas se oficializará la denominación de la plaza próxima al lugar como Plaza de Salvador García Saso, consolidando así su presencia en la memoria colectiva del municipio.

Durante la intervención institucional, se destacó igualmente la figura de Cayetano Muriel, Niño de Cabra, otro referente del cante vinculado a Benamejí. "Cayetano y Salvaorillo representan dos raíces de un mismo tronco artístico, dos formas de expresar el alma andaluza que engrandecen nuestro legado flamenco", declaró la alcaldesa, reivindicando a ambos como pilares de una tradición que sigue viva.
El acto puso en valor el fuerte compromiso del municipio con la cultura flamenca, reflejado en eventos como la Partía Flamenca, los Jóvenes Flamencos o la Zambomba Flamenca, que consolidan a Benamejí como punto de encuentro para artistas y aficionados.
La alcaldesa concluyó su intervención destacando la dimensión emocional y patrimonial del flamenco: "Antes de ser Patrimonio de la Humanidad, el flamenco fue sentimiento; fue la voz de un pueblo que encontró en el cante su forma más pura de expresión". El homenaje, aseguró, es "un gesto de justicia cultural y una celebración de la identidad de Benamejí".





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