La Plaza de España de la Base "San Jorge", en Zaragoza, fue escenario, el 25 de julio, de una parada militar en honor a Santiago Apóstol, Patrón del Arma de Caballería. Este acto, que hunde sus raíces en una tradición profundamente enraizada en el Ejército de Tierra desde finales del siglo XIX, conmemora la unión simbólica entre el Apóstol y el espíritu que inspira a este Arma: entrega, vocación de servicio, compañerismo y sacrificio.
La ceremonia estuvo presidida por el Jefe de Estado Mayor del Ejército (JEME), general de ejército Amador Enseñat y Berea, cuya asistencia confirió al acto un notable realce institucional.
Convocados por el Regimiento Acorazado "Pavía" nº 4 y el Regimiento de Caballería "España" nº 11, más de 400 efectivos, junto a medios acorazados, vehículos y representación de autoridades civiles y militares, antiguos componentes y familiares, participaron en el evento, que constituyó un auténtico testimonio de unidad y solemnidad.
Entre los momentos más destacados de la parada, cabe señalar la incorporación de los estandartes, la renovación del juramento ante la Bandera del personal en situación de reserva, la imposición de condecoraciones y el recuerdo emocionado a los que dieron su vida por España. El acto concluyó con un desfile a pie y motorizado, en el que participaron escuadras de batidores, medios acorazados y soldados uniformados de época.

Acto a los que dieron su vida por España
En su intervención, el General Jefe de la Brigada "Aragón" I trasladó su gratitud al JEME, a las autoridades presentes y a las familias, haciendo especial mención al sacrificio y dedicación de los jinetes de la base. Subrayó el alto nivel de preparación, responsabilidad y cohesión demostrado por las unidades recientemente desplegadas en misiones internacionales, y recordó el patronazgo de Santiago como fuente de inspiración en el cumplimiento del deber tanto dentro como fuera de nuestras fronteras. Reafirmó además el firme compromiso del Arma con los valores que la definen.
Esta parada volvió a poner de manifiesto el firme compromiso de las unidades organizadoras con los valores que distinguen al Arma de Caballería, fortaleciendo el legado intergeneracional y renovando su fidelidad al servicio de España.
El 25 de julio, otras Unidades de Caballería a lo largo del territorio nacional también conmemoraron con actos similares la festividad de su Patrón, reafirmando la fuerza de una tradición compartida.