La alcaldesa de Fuengirola, Ana Mula, ha sido la encargada de dar lectura hoy en el transcurso de la sesión plenaria de hoy, lunes 26 de febrero, a una declaración institucional con motivo del Día Internacional de la Mujer, el cual tendrá lugar el próximo 8 de marzo. En el texto, que ha contado con el apoyo de todos los grupos políticos, se aboga por conseguir la igualdad real entre hombres y mujeres, además de acabar de una vez por todas con la violencia machista y con cualquier tipo de comportamiento que conlleve un tratamiento discriminatorio.
“Cada ocho de marzo se conmemora una fecha que, por mucho tiempo que pase, no pierde su razón de ser: el Día Internacional de la Mujer. Es un momento de reivindicación y de reflexión, en el que todos, más que nunca, tenemos que tomar conciencia de que a pesar de los muchos avances conseguidos, sigue existiendo la discriminación; muchas mujeres y niñas no tienen las mismas oportunidades a la hora de acceder a un puesto de trabajo, educarse o simplemente vivir con total libertad. De eso trata esta jornada y por eso estamos aquí realizando esta declaración.
En 1911 se celebró por primera vez esta efeméride en Alemania, Austria, Dinamarca y Suiza. Se organizaron mítines a los que asistieron más de un millón de mujeres y hombres. Además del derecho al voto y de ocupar cargos públicos, exigieron el derecho al trabajo, a la formación profesional y a la no discriminación laboral. Hoy parece algo justo, pero en aquella época esto supuso una auténtica revolución.
En pocos años este movimiento reivindicativo se extendió por el resto de Europa. Ya en 1977 la Asamblea General de las Naciones Unidas invitó a todos los estados a declarar una jornada, que ellos consideraran de relevancia, como Día Internacional por los Derechos de la Mujer. El ocho de marzo fue elegido.
Como hemos señalado anteriormente, somos conscientes de los avances legislativos y sociales que se han sucedido en las últimas décadas para dar reconocimiento y promover la igualdad real entre mujeres y hombres. Hablamos de, por ejemplo, la Carta de las Naciones Unidas, firmada en 1945, que fue el primer acuerdo internacional para afirmar el principio de igualdad entre mujeres y hombres.; el Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea de 1957; y, por supuesto, la Constitución Española, que estipula la igualdad como un valor fundamental: “Los españoles son iguales ante la ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social”. En eso creemos y luchamos cada día desde el Ayuntamiento de Fuengirola.
Y a pesar de que hemos dado pasos de gigante, aún siguen existiendo serias diferencias en muchas regiones del mundo que provocan que ser mujer sea la excusa para sufrir un trato desigual, violencia o, incluso, la muerte.
ONU-Mujeres baraja que el 35% de las mujeres de todo el mundo han sufrido violencia física y/o sexual por parte de su compañero sentimental o violencia sexual procedente de una persona distinta a su pareja. Las féminas que han sufrido maltrato físico o sexual por parte de sus parejas tienen más del doble de posibilidades de tener un aborto, casi el doble de posibilidades de sufrir depresión y, en algunas regiones, 1,5 veces más posibilidades de contraer el VIH, en comparación con las que no han sufrido violencia por parte de su compañero sentimental.
Según los datos divulgados por la Asamblea General de las Naciones Unidas más de 40 millones de personas en el mundo fueron víctimas de la esclavitud en 2016, y de ellas, en torno a 29 millones eran del género femenino.
Se calcula que hay 200 millones de mujeres y menores en todo el mundo que han sufrido una mutilación de sus genitales, la ablación, de acuerdo con los datos de Naciones Unidas. Cada año, tres millones de niñas son sometidas a esta práctica aberrante, arcaica y que, en muchos casos, acaba con su vida. Una forma de discriminación y sexismo extremo. Al menos 44 millones de menos de 15 años han sufrido la mutilación de sus genitales. Quedan marcadas de por vida por el simple hecho de pertenecer al género femenino.
Pero las diferencias no acaban ahí. El informe Global de Brecha de Género 2017 del Foro Económico Mundial indica un retroceso general que calcula la igualdad en el trabajo para el año 2234. España ha mejorado su posición pasando del puesto 29 al 24, si bien el Instituto Nacional de Estadística muestra que la brecha salarial es aún del 23%.
Es más, según los datos del estudio “Brecha salarial y techo de cristal”, avanzado por los Técnicos de Hacienda (Gestha) y elaborado con cifras de la Agencia Tributaria correspondientes a 2016, las mujeres cobraron 4.745 euros menos que los varones, es decir, un 30% de diferencia con sus compañeros masculinos. Esta disparidad se amplía a medida que avanza la edad de las trabajadoras, especialmente en el tramo entre los 26 y los 45 años. La discrepancia en algunas comunidades llega al 37%.
No nos podemos olvidar de la violencia machista que sigue asolando nuestro país, a pesar de nuestros esfuerzos. Las víctimas mortales de violencia de género en el año 2017 fueron 49, 7 de ellas en Andalucía. Este ranking del horror provocó que 24 menores quedaran huérfanos; víctimas colaterales que no olvidarán nunca estos hechos. Pero a pesar de que prácticamente acabamos de comenzar el año, esta cruel estadística sigue sin parar. Tres mujeres ya han sido asesinadas, dos de ellas andaluzas.
María Adela ha sido la última, el pasado día 13 de febrero; recibió treinta puñaladas a manos de su pareja en La Viñuela, muy cerca de aquí. Lamentamos profundamente este hecho y mostramos nuestra más absoluta condena al mismo. Esto debe acabar ya.
Todo ello nos lleva a la conclusión de que no podemos quedarnos de brazos cruzados ante la violencia de género, ante semejantes atentados a los derechos humanos y tampoco ante la desigualdad entre sexos. Es imprescindible que rechacemos aquellas actitudes que por estar “culturalmente normalizadas” no provocan una alarma social y cuesta identificar como una forma de abuso o desigualdad.
Tenemos que seguir trabajando, de forma individual, a través de las administraciones públicas y privadas. Debemos continuar implantando políticas y medidas a favor de la plena integración femenina. Porque no somos ni mejores ni peores que los hombres, somos IGUALES y necesarias.
Es más, en el Día Internacional de la Mujer vamos a dar muestra de ello enseñando al mundo que sin nuestro trabajo, sin nuestro quehacer diario, nada funcionaría igual. Porque las mujeres tenemos mucho que decir y hacer.
Desde aquí, en nombre de la ciudad de Fuengirola, queremos mostrar nuestro compromiso a la hora de seguir fomentando este cambio, de continuar difundiendo la necesidad de sumar recursos humanos y económicos para acabar con la discriminación de género que nos afecta. La educación es la base para ello.
Ha llegado el momento de vivir en un mundo de igualdad real”, ha concluido Ana Mula.