La Guardia Civil ha puesto a disposición judicial a un varón de cuarenta y un años de edad, tras una inspección en un comercio mayorista situado en una nave del polígono industrial de Ogíjares (Granada), por ser el presunto autor de un delito contra la propiedad industrial.
Los agentes de la Patrulla Fiscal y de Fronteras (PAFIF) de Calahonda, en sus labores de lucha contra el fraude y las infracciones en materia de contrabando y falsificación, realizaron las comprobaciones oportunas en un almacén dedicado a la venta al por mayor de aparatos eléctricos y complementos de electrónica.
Durante las mismas, se localizaron multitud de pequeños electrodomésticos, productos electrónicos y complementos de telefonía que carecían del etiquetado o presentaban irregularidades; así como otros que por su apariencia y diseño predisponían a generar confusión con otros de marcas registradas. Todo esto hizo a los agentes de la Guardia Civil considerar un posible incumplimiento de la normativa de etiquetado e importación y distribución legal en la Unión Europea.

El gran volumen de productos que incumplían la normativa conllevó un laborioso trabajo por parte de los guardias civiles durante dos días consecutivos, que finalizó con la intervención de un total de más de 42.000 productos, entre los que se encontraban cables de conexión tipo "lightning", auriculares inalámbricos y con cable, y muñecos coleccionables de una conocida marca; todos ellos fabricados en terceros países y valorados en más de 148.000 euros.
Por este motivo, los agentes de la PAFIF pusieron a disposición judicial a esta persona como supuesto autor de un delito contra la propiedad industrial ante el Juzgado de Guardia de Granada.
Además, este individuo fue notificado por una posible infracción en materia de contrabando, ya que no aportó factura alguna o documentos DUA (documento único administrativo), cuando este último es un documento obligatorio en la realización de operaciones de comercio internacional de mercancías ante las autoridades aduaneras.
La Guardia Civil recuerda a los consumidores la importancia de verificar el etiquetado de los productos que adquieren, los cuales deben cumplir con los estándares de seguridad, salud y protección ambiental, y con dichas etiquetas se garantiza que estos han pasado por las evaluaciones obligatorias necesarias y no presentan riesgos para su consumo.