El 14 de julio de 1531, la cancillería del papa Clemente VII expidió la bula de fundación de la Universidad de Granada, creada como institución educativa cinco años antes, en 1526. Ahora, 494 años después y en el marco de la conmemoración del quinto centenario, un trabajo conjunto entre la Biblioteca Universitaria y el Área de Patrimonio de la UGR ha permitido evaluar el estado de conservación de esta bula papal y, a la vez, digitalizar a muy alta resolución el documento. Un examen organoléptico ha permitido determinar tanto su materialidad y proceso de elaboración, como evaluar su estado de conservación, ofreciendo un diagnóstico totalmente favorable: el documento se encuentra en muy buen estado de conservación. La digitalización, entendida como una herramienta de preservación y difusión, permitirá su estudio sin poner en riesgo el original.
El documento concedía a sus profesores, graduados y estudiantes los mismos privilegios y exenciones que gozaban las universidades de Bolonia, París, Salamanca y Alcalá y se nombraba al arzobispo de Granada patrono y administrador general de la institución.
La bula es un documento solemne, escrito en latín y validado con el sello de plomo del papa. Su denominación hace referencia al sello –denominado bulla o bolla–, pendiente de hilos de seda o de cáñamo –el filo canapis–, en los que en el anverso aparece una cruz con las efigies de san Pedro y san Pablo, y en el reverso el nombre del papa reinante.

El sistema de escritura utilizado se desarrolló en la cancillería papal, y la letra de la Bula de erección de la Universidad de Granada corresponde al estilo denominado littera sancti Petri, letra de san Pedro o minúscula bulática. Estas bulas solemnes se caracterizan por desarrollar de forma ampulosa y muy artificiosa las letras de la primera línea que corresponden a la intitulación papal Clemens episcopus servus servorum Dei –Clemente obispo, siervo de los siervos de Dios–. La bula no va firmada de forma autógrafa por el papa y las suscripciones que aparecen son las de los oficiales de la cancillería.
Sobre su materialidad, se ha identificado el origen animal del pergamino empleado como soporte a partir del examen de la morfología y distribución de los folículos pilosos determinando el empleo de piel de cabra, así como la tinta negra utilizada en el cuerpo del texto, diferente en composición a la utilizada para las suscripciones ejecutadas al pie del documento. Su estado de conservación es bueno, con signos evidentes del sistema original de plegado, determinado por las marcas de dobleces y la suciedad de polución en el plano que estuvo más expuesto cuando el documento se encontraba cerrado. El sello de plomo conserva el cordón y no presenta signos evidentes de deterioro.
Previo a la digitalización se han realizado tareas de conservación puntuales consistentes en una limpieza superficial y en suavizar los pliegues del soporte, sin eliminarlos, mediante humectación controlada y secado por tensión. A continuación, el documento se ha fotografiado exhaustivamente para la obtención de un archivo digital en alta resolución registrando unas 450 fotografías con una resolución de 8192 x 5464 píxeles. De este modo se obtendrá un facsímil digital de la bula, con las mismas características formales en cuanto a medida y color, y con una resolución de 400 ppp, que permita identificar todos los detalles tanto físicos como procedimentales en el recto y el verso del documento, analizar su contenido semántico y examinar el sello pendiente de plomo. Todo ello, sin necesidad de entrar en contacto directo con la bula, pero facilitando a investigadores y a la sociedad en general un digital en alta resolución del documento en los repositorios de la Biblioteca Universitaria que permitirá su consulta y examen en formato digital.
Las tareas de conservación se han llevado a cabo desde el Secretariado de Conservación y Restauración, dirigidos por Teresa Espejo, su directora, mientras que la digitalización ha sido realizada por el profesor Domingo Campillo, en colaboración con Fernando Tudela.
Con la digitalización de la Bula fundacional de la Universidad de Granada, la Biblioteca Universitaria tiene prevista la realización de una serie limitada de reproducciones facsímiles impresas, que se circunscribirán en las actividades de Horizonte V Centenario.