El Programa Mundial de Alimentos (PMA) y UNICEF condenan el ataque perpetrado anoche contra un convoy humanitario conjunto cerca de Al Koma, en Darfur del Norte. Cinco miembros del convoy fueron asesinados y hay varios heridos. Varios camiones fueron incendiados y se dañaron suministros humanitarios esenciales.
El convoy, compuesto por 15 camiones, intentaba llegar hasta los niños, niñas y las familias afectadas por la hambruna en El Fasher con alimentos y suministros nutricionales vitales. Tras meses de escalada de violencia, cientos de miles de personas en El Fasher, muchas de ellas niños, corren un alto riesgo de sufrir desnutrición y hambruna si no reciben suministros de forma urgente.
Como es habitual en nuestros convoyes humanitarios, la ruta se comunicó con antelación y se informó a las partes sobre el terreno, que conocían la ubicación de los camiones. En virtud del derecho internacional humanitario, los convoyes de ayuda deben estar protegidos y las partes tienen la obligación de permitir y facilitar el paso rápido y sin obstáculos de la ayuda humanitaria destinada a la población civil afectada.

Ambos organismos exigen el cese inmediato de los ataques contra el personal humanitario, sus instalaciones y vehículos, que constituyen una violación del derecho internacional humanitario.
Pedimos que se lleve a cabo una investigación urgente y que los responsables sean llevados ante la justicia.
Extendemos nuestro más sentido pésame a las familias de los fallecidos y nuestro más sincero apoyo a todos los heridos. Es devastador que los suministros no hayan llegado a los niños y familias vulnerables a los que estaban destinados. El convoy había recorrido más de 1.800 km desde Port Sudan y estábamos negociando el acceso para completar el viaje a El Fasher cuando fue atacado.
Este último incidente se suma a una serie de ataques contra operaciones humanitarias perpetrados en los últimos dos años, entre ellos el bombardeo de las instalaciones del PMA en El Fasher la semana pasada, que causó daños en un taller, un edificio de oficinas y una clínica.
Los ataques contra el personal humanitario, la ayuda, las operaciones, así como contra la población civil y la infraestructura civil en Sudán han continuado durante demasiado tiempo con total impunidad. Los trabajadores del PMA y UNICEF permanecen sobre el terreno a pesar de la inseguridad, pero piden condiciones de trabajo seguras y que todas las partes respeten el derecho internacional humanitario. De ello depende la vida de millones de personas en Sudán, incluidas las que se encuentran en lugares como El Fasher, en Darfur.