Brasil ha intensificado su apuesta por la diversificación de mercados, una política fundamental de competitividad del país para aumentar su resiliencia y crecer en el mercado internacional, que se volvió aún más estratégica ante los aranceles impuestos por el presidente de EE.UU., Donald Trump, pese al reciente recorte de las tarifas.
"La diversificación siempre fue una directriz. Por lo tanto, lo que cambia es la agilidad con la que debemos actuar para apoyar al sector privado en un momento crítico", destacó en entrevista con EFE el gerente de Inteligencia de la Agencia Brasileña de Promoción de Exportaciones e Inversiones (ApexBrasil), Gustavo Ribeiro.
El pasado agosto, entró en vigor un arancel adicional del 50 % sobre las importaciones de 379 productos brasileños.
El líder republicano, quien adoptó medidas proteccionistas ante productos de distintos países, aplicó las tarifas a Brasil principalmente por considerar una "caza de brujas" el proceso que condenó por golpismo el líder ultraderechista y expresidente brasileño Jair Bolsonaro, su aliado político.
El presidente, el progresista Luiz Inácio Lula da Silva, logró establecer una vía diplomática de diálogo con el estadounidense, que el pasado 14 de noviembre anunció la suspensión de la "tarifa de reciprocidad" para 200 productos, entre ellos café, zumo de naranja y carne vacuna.
Sin embargo, la decisión implica una reducción de apenas 10 puntos porcentuales en los aranceles vigentes.

Taza y granos de café tipo arábica, en la cafetería Armazém do Café, en Río de Janeiro. (EFE)
Por eso, la situación sigue suponiendo un gran reto para el gigante suramericano, que tiene a EE.UU. como su segundo mercado extranjero, después de China.
La estrategia, a corto plazo, se centra en realizar diagnósticos precisos, aprovechar oportunidades en mercados ya abiertos y promover rondas de negocios con compradores extranjeros, según explicó Ribeiro.
"A mediano y largo plazo, será necesario articular con el sector privado y con el gobierno para abrir mercados hoy cerrados a Brasil", agregó.
Mercados alternativos
Frente al "tarifazo", la agencia brasileña identificó cerca de 100 sectores, tanto del agronegocio como de la industria, potencialmente afectados.
"Los más dependientes del mercado norteamericano son los más preocupantes, especialmente cuando el sector está compuesto mayoritariamente por micro y pequeñas empresas y se concentra en las regiones Norte y Nordeste del país", enfatizó.
No obstante, también han sido mapeados mercados alternativos con capacidad de absorber, "en alguna medida", las exportaciones de los productos impactados, con énfasis en China, México, Reino Unido, Canadá, Nigeria, India, Indonesia, Alemania, Suiza, Noruega, Emiratos Árabes Unidos y Arabia Saudita.
A su vez, Latinoamérica se presenta como un destino alternativo especialmente prometedor para los sectores industriales.
"La apertura de nuevos mercados para los productos brasileños es siempre desafiante (...) pero hay una mayor disposición de los países para diversificar socios y reducir la dependencia del mercado estadounidense", acotó.
EE.UU., un socio fundamental para Brasil
Con relaciones diplomáticas establecidas hace más de 200 años, EE.UU. sigue siendo un "socio fundamental".
Fue el segundo destino de las exportaciones del gigante suramericano en 2024, con un 12 % del total, movilizando unos 40.400 millones de dólares.
También lidera la lista de naciones con más capital extranjero directo invertido en el país, con el 28 % del monto de 1,141 billones de dólares.
El presidente de ApexBrasil, Jorge Viana, admitió, en un artículo publicado por la agencia, que los aranceles generan "desconforto".
"Toda crisis abre espacio para el crecimiento. Brasil ya tiene una imagen consolidada como socio confiable, y nuestra meta es transformar este momento en un paso más hacia la diversificación y la internacionalización de las empresas brasileñas", concluyó.





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