WWF publica la edición 2025 de su Evaluación de Regulaciones Financieras Sostenibles y Actividades de Bancos Centrales (SUSREG 2025). El informe advierte de que, aunque algunos bancos centrales y reguladores financieros están dando pasos importantes, los principales impulsores del riesgo relacionado con la naturaleza —como la pérdida de biodiversidad, la deforestación, el estrés hídrico o la degradación de los océanos— siguen sin abordarse adecuadamente en los marcos regulatorios y de supervisión.
Esta quinta edición de la evaluación global de la Iniciativa de Regulación Financiera Verde de WWF analiza hasta qué punto los riesgos climáticos, de naturaleza y sociales se integran en la banca central, la regulación financiera y la supervisión.
El informe subraya la necesidad de integrar plenamente los riesgos relacionados con la naturaleza, activar herramientas tradicionalmente empleadas para asegurar estabilidad financiera (macroprudenciales) clave y alinear las reglas de capital para reflejar el impacto ambiental. También destaca la urgencia de establecer un marco claro y coherente para la divulgación de planes de transición. Con 2030 cada vez más cerca —y menos de cinco años para cumplir los objetivos globales de clima, naturaleza y desarrollo—, la acción regulatoria decisiva es crucial para orientar al sector financiero hacia un futuro cero emisiones netas, positivo para la naturaleza y socialmente justo.
Progresos destacables
Algunos bancos centrales y supervisores de Europa y el Sur Global muestran avances significativos y un seguimiento supervisor sólido, logrando que las industrias se alineen mejor con sus expectativas.

Ejemplos relevantes incluyen:
- Bank Negara Malaysia y el Banco Central Europeo, que han reforzado su supervisión y seguimiento.
- Supervisores de Colombia, Marruecos, Paraguay y Turquía, que han emitido o actualizado guías sobre gestión de riesgos climáticos y ESG.
- El Banco Central de Hungría (MNB), que ha ampliado su marco de divulgación financiera climática para incluir expresamente riesgos de biodiversidad y ecosistemas, utilizando la WWF Risk Filter Suite para evaluar riesgos de naturaleza en sus reservas de divisas y carteras de política monetaria.
Estas buenas prácticas muestran que el progreso no sólo es posible: ya está en marcha. Las herramientas monetarias, supervisoras y normativas necesarias existen y pueden aplicarse con éxito.
Brechas que requieren más acción
Aun así, el informe identifica áreas críticas que siguen sin resolverse:
- Los principales motores del riesgo de naturaleza —pérdida de biodiversidad, degradación marina, estrés hídrico— continúan prácticamente ignorados en la regulación financiera.
- Las herramientas macroprudenciales siguen infravaloradas, pese a ser esenciales para gestionar riesgos sistémicos. Instrumentos como los buffers de riesgo sistémico o los límites de exposición se utilizan muy poco.
- Las expectativas supervisoras sobre riesgos climáticos y de naturaleza han aumentado, pero su aplicación es débil: hay escaso seguimiento ante incumplimientos.
- Proliferan las taxonomías verdes, pero sin obligaciones de divulgación vinculante su impacto en la reasignación de capital es limitado.
Recomendaciones clave de SUSREG 2025
El informe propone pasos claros y aplicables para que las autoridades financieras refuercen su acción:
- Integrar plenamente la naturaleza en la banca central y la supervisión, definiendo expectativas concretas para el sector financiero: qué riesgos identificar, qué datos recopilar, cómo medirlos y qué estándares de diligencia aplicar.
- Activar el conjunto de herramientas macroprudenciales, incluidas pruebas de estrés, colchones de capital y límites de exposición.
- Reforzar las obligaciones de divulgación y los planes de transición para empresas e instituciones financieras.
- Aumentar el coste regulatorio de los activos ambientalmente perjudiciales, reflejando sus riesgos reales.
- Impulsar la financiación verde y de transición, promoviendo la sostenibilidad como una prioridad estratégica del sector financiero.
- Mejorar la coordinación nacional e internacional, con comités de finanzas sostenibles y plataformas transfronterizas de intercambio de conocimiento y capacitación.
Maud Abdelli, líder de la Iniciativa de Regulación Financiera Verde de WWF, afirmó:
"El resultado de la COP30 refuerza la urgencia de las conclusiones de SUSREG 2025. Mientras las negociaciones globales siguen sin ofrecer hojas de ruta claras para eliminar los combustibles fósiles o frenar la deforestación, los bancos centrales y supervisores deberán intensificar su papel para asegurar que los riesgos climáticos y de naturaleza se identifican, se valoran y se gestionan adecuadamente. Son actores clave para fortalecer la resiliencia del sistema financiero frente a impactos cada vez más intensos."
Siti Kholifatul Rizkiah, responsable de SUSREG en WWF, añadió:
"Necesitamos un enfoque verdaderamente precautorio. El coste de no actuar superará con creces los beneficios de intervenir a tiempo. El sistema financiero no puede seguir tratando los activos dañinos para el medio ambiente como si fueran de bajo riesgo. Actuar ahora es una necesidad estratégica y una oportunidad para desbloquear el potencial de la economía verde y proteger el crecimiento futuro."





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