La jubilación es uno de los momentos más deseados en la vida de un trabajador, pero también es de lo más temido para algunos. Una de las razones que explica este fenómeno es que se trata de un evento futuro, sujeto a posibles cambios y, como tal, puede generar bastante incertidumbre.
Con el paso del tiempo hemos visto muchos cambios en materia de jubilación debido a acontecimientos como el aumento de la esperanza de vida, la baja tasa de la natalidad o el actual debate sobre la sostenibilidad de las pensiones. A pesar de que muchos cambios no dependen de los trabajadores en sí mismos, estos pueden adoptar ciertas medidas que les garanticen una jubilación más segura y es de eso sobre lo que venimos a hablar aquí.
Empieza a planificar tu jubilación desde ya
Uno de los errores más comunes entre todos los trabajadores es que posponen sus planes de futuro. Pensar que todavía quedan muchos años para que llegue la jubilación provoca que muchas personas no planifiquen con antelación y eso es un error.
Todas las medidas que se tomen con el tiempo tendrán una mayor relevancia en el futuro, por lo que nunca es demasiado pronto para empezar a planear. El tiempo es tu mejor aliado para planificar tu futuro en la jubilación. Gracias al interés compuesto es posible que pequeñas cantidades ahorradas durante este tiempo se conviertan en largas sumas de dinero a largo plazo.

Para que te hagas una idea, una persona que empieza a ahorrar 50 euros al mes desde ya dispondrá de un capital mayor el día de mañana que una que empieza con 200 mensuales diez años después. Con esto se consigue llevar a cabo un ahorro más pequeño, pero que a la larga ofrece mayores rendimientos.
Te animamos a que te establezcas una meta de ahorro mensual y automatices su transferencia a una cuenta de ahorro para hacer que esto se convierta en un hábito y, con el tiempo, disponer de un colchón importante en el futuro cuando ya no trabajes.
Diversifica los ingresos siempre que puedas
La pensión pública será tu base de ingresos en el futuro, pero no tiene que ser la única necesariamente. Una de las mejores formas de llegar al futuro mucho más tranquilo es contar con alguna fuente de ingresos más, por ejemplo, planes de pensiones privados o fondos de inversión.
Puedes buscar asesoramiento financiero desde ya para, como en el caso anterior, empezar a planificar tu jubilación con el tiempo. Cada opción tiene sus propios beneficios, pero también algún riesgo que es importante conocer y estar dispuesto a asumir. Como en todos los casos, la información es poder y cada persona puede tener unas necesidades o características diferentes a otras.
La vivienda es muy importante
Tener en cuenta la vivienda en el futuro es lo más importante. Esto se debe a que la vivienda puede convertirse en tu mayor gasto o ser tu mayor activo.
Tratar de pagar la hipoteca antes de jubilarse puede ser una forma estupenda de acabar con un gasto recurrente en el futuro. De la misma forma, también se puede considerar la venta de la vivienda de cara a mudarse a un lugar más pequeño, por ejemplo, debido a que los hijos ya no viven en casa y no es como antes.
Tanto con la vivienda como con el resto de bienes debes planificar bien tu bienestar. No solo se trata de una cuestión de dinero, es una cuestión de salud, de relaciones sociales o del propósito de la vida. De nada sirve cambiar de vivienda por una más pequeña si te alejas de tu gente, el barrio o cualquier otra cosa que te haga feliz.
En definitiva, la clave de todo esto se resume en la planificación. Una buena planificación te ayudará a llevar a cabo este cambio con una mayor seguridad y, lo más probable, es que con un mejor resultado. No le temas al futuro y trabaja desde ya en aquellos aspectos de los que te vas a poder beneficiar el día de mañana para disfrutar de una jubilación mucho más tranquila.