El Ayuntamiento de Torremolinos ha iniciado las obras para la estabilización y reacondicionamiento de dos taludes afectados por las intensas lluvias registradas en la localidad en el pasado mes de marzo que dejaron en la ciudad cerca de 200 litros y que afectaron a estas infraestructuras. Así, ya están en marcha los trabajos de reparación del talud del arroyo del Pinillo, a su paso por la A-368, y el talud del arroyo de La Pedrera, en la calle Giordano Bruno.
La inversión para paliar los daños registrados por las intensas precipitaciones asciende a 461.222 euros. Los trabajos ya están en marcha y cuentan con un plazo de ejecución de tres meses.
Talud arroyo de La Pedrera
Para la estabilización del talud del arroyo de La Pedrera se van a levantar dos muros de escollera hasta una altura de ocho metros en su parte más acentuada que proteja la calle Giordano Bruno por donde discurren cuatro circuitos de media tensión que dan servicio a gran parte del municipio.

El acceso al cauce se realizará por la calle Écija mediante una rampa desde la cual se excavará el terreno para la cimentación del muro hasta una profundidad de 3,47 metros para protegerlo de la erosión.
La roca de la escollera se irá hormigonando para crear un cuerpo monolítico hasta una cota sobre el nivel máximo previsto de inundabilidad. Además, se repondrán las instalaciones, situando las canalizaciones para las líneas eléctricas de media tensión a una mayor profundidad que el resto de las tuberías de servicio.
Igualmente, se excavarán otras zanjas a menor profundidad para instalar las redes de alumbrado público y riego, que también serán repuestas, así como el pavimento.
Talud arroyo del Pinillo
En el caso del arroyo del Pinillo, la solución pasa por la ejecución de un muro de escollera que salva hasta ocho metros de altura en dos alzados con una berma intermedia que se precisa para el acceso de maquinaria para la ejecución de la obra.
La entrada de la maquinaria se efectuará desde la A-368, concretamente desde la margen izquierda del arroyo del Pinillo, que es la zona menos ajardinada y con menos pendiente para acceder al fondo del lecho fluvial, estableciendo una rampa que permita el paso al cauce en primera instancia y que, una vez construidos los alzados, se cerrará para ejecutar el alzado principal.
Para evitar la erosión, se protegerán las márgenes y el lecho de la salida de la obra de drenaje sobre la que caerán las escorrentías superficiales procedentes de la calle Doctor Manuel López Alcaide, que baja en pendiente sobre el arroyo.
En caso de lluvias torrenciales, el agua bajará por esta calle con presión hasta el cauce, por lo que se va a proteger el lecho con una escollera que genere la suficiente rugosidad como para disipar la velocidad y energía del agua.