Un juzgado de Roquetas de Mar (Almería) ha ordenado prisión provisional para un hombre que junto con otro fue detenido este sábado en Aguadulce (Roquetas de Mar, Almería) tras una intervención de la Guardia Civil que derivó en una agresión a dos agentes, según han confirmado a EFE fuentes jurídicas.
Los hechos tuvieron lugar en torno a las 06:40 horas de ayer en una vivienda en la calle Costa Blanca, adonde se desplazó una patrulla tras recibirse un aviso que alertaba de que una mujer podía intentar precipitarse al vacío, según han adelantado los periódicos Ideal y La Voz de Almería.
Una vez en el inmueble, los agentes encontraron a la mujer con dos varones que estaban bajo los efectos de sustancias y a los que la mujer pidió que desalojaran la vivienda por "miedo" a que le hicieran daño.
Ambos hombres se habrían negado a irse y se ocultaron en el balcón, donde, al acceder los agentes para intentar apartarlos, les propinaron golpes y patadas e incluso habrían intentado arrojar a uno de los guardias al exterior.
Fue necesaria la intervención de otros equipos de Roquetas de Mar y Vícar (Almería), y uno de los agentes resultó lesionado. En el transcurso del forcejeo, se habrían producido además daños en un vehículo oficial.

Foto de archivo. (La Noción)
Las fuentes jurídicas consultadas han indicado que uno de los detenidos ha ingresado en prisión provisional, mientras que el otro ha quedado sometido a una medida distinta, cuyo detalle no ha sido precisado. La tipificación penal de los hechos está aún en fase de determinación, dado que el procedimiento permanece en instrucción en el Tribunal de Instancia de Roquetas de Mar.
Al parecer, la testigo de los hechos ha declarado este domingo que en realidad fue uno de los detenidos el que llamó al instituto armado manifestando que se quería suicidar para que acudieran a su domicilio, ya que afirmaba que quería "matar a un guardia civil", y que ambos arrestados habrían accedido al balcón para poder arrojar a un agente.
Por su parte, la asociación profesional Jucil ha lamentado los hechos y ha señalado que se enmarcan en un contexto de "pérdida del principio de autoridad" y de falta de reconocimiento de la profesión de riesgo para los guardias civiles.
Jucil ha indicado que la patrulla del Puesto de Roquetas de Mar estaba sola en servicio de seguridad ciudadana y que tuvo que ser auxiliada por una segunda dotación cuya labor habitual es la vigilancia de costas y playas, no la atención de emergencias ciudadanas.
La asociación ha alertado de que sin ese apoyo "podría haberse producido una tragedia mayor".
El secretario provincial de Jucil en Almería, Rafael Maldonado, ha señalado que "solo hay una patrulla de seguridad ciudadana para todo Roquetas de Mar, un municipio de más de 110.000 habitantes", situación que, a su juicio, "deja desprotegidos a los agentes y a la ciudadanía".
"No se puede seguir trabajando con tan pocos medios. El Gobierno tiene que garantizar la seguridad de quienes la garantizan", ha subrayado.





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