Guía de San Pedro Alcántara
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El consejero de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural, Ramón Fernández-Pacheco, ha mantenido una reunión con las organizaciones andaluzas integradas en FEPEX —Coexphal, Asociafruit y Freshuelva— en la que se ha acordado la creación de una mesa de trabajo entre la Junta de Andalucía y la Federación. Su objetivo será reforzar la defensa del sector hortofrutícola, primer motor exportador de la comunidad y estratégico para la economía y el empleo en el medio rural.
El consejero ha señalado que "Andalucía va a estar donde tiene que estar: defendiendo los intereses del campo y asegurando que el liderazgo hortofrutícola de nuestra tierra no se pone en riesgo" ante los cambios normativos previstos en la futura PAC a partir de 2028, que podrían afectar especialmente a las frutas y hortalizas —un sector altamente dependiente de los mercados exteriores y que aporta un enorme valor añadido a Andalucía—.
La nueva mesa de trabajo, que tendrá muy en cuenta la Ley de Impulso para la Producción Ecológica que se aprueba mañana en el Parlamento, abordará cuestiones prioritarias como la promoción internacional del producto andaluz en ferias estratégicas; el impulso a la innovación, favoreciendo proyectos de I+D+i en colaboración con IFAPA; así como el análisis conjunto del marco normativo para mejorar la competitividad y mantener la posición de liderazgo que Andalucía ostenta en Europa.
El consejero ha concluido resaltando que "este es un paso firme para ofrecer certezas a un sector ejemplar y estratégico, que seguirá contando con todo el apoyo del Gobierno andaluz".
Rechazo a la propuesta de nueva PAC
Tanto Junta como FEPEX coinciden en el rechazo a la propuesta de nueva PAC: La eliminación de los dos pilares de la PAC, la dilución de los fondos agrarios en un Fondo Único, su inclusión en un Plan de Colaboración Nacional conjunto con otros fondos europeos, la obligación de cofinanciación nacional, así como una reducción presupuestaria de alrededor del 23% suponen un perjuicio para el sector agrario y una ruptura de la tradición de la PAC que ha venido funcionado adecuadamente en la UE durante más de 60 años.
Por un lado, el nuevo modelo de gobernanza de la nueva PAC pasa a articularse en torno a un programa nacional, que integra bajo una misma estructura políticas tan diferentes como la agricultura, la pesca, la cohesión, la migración y el empleo. De esta manera la PAC pierde especificidad y se diluye junto a otras políticas.
En concreto, en el sector de frutas y hortalizas, desde la Consejería se ha puesto de manifiesto "un rotundo rechazo al nuevo modelo de ayudas" propuesto por la Comisión, basado en su integración en unos sobres nacionales cofinanciados, frente al modelo común europeo existente en la actualidad, generando con ello asimetrías competitivas entre los productores de los diferentes EEMM, y por consiguiente debilitando el mercado único y las condiciones comunes de la PAC que se han garantizado durante tanto años.
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