La diócesis de Valencia se sumó ayer a los actos de la Jornada Mundial por el Trabajo Decente, entre los que figuró un encuentro de reivindicación y denuncia en la plaza de la Virgen y la celebración de una misa en la Basílica.
Con motivo de esta Jornada Mundial, las organizaciones que integran la iniciativa Iglesia por el Trabajo Decente (ITD) se unieron un año más, "a millones de trabajadores y trabajadoras de todo el mundo para recordar que el trabajo decente es un derecho irrenunciable, nunca un privilegio".
La red eclesial por el Trabajo Decente —integrada en Valencia por Cáritas, Hoac, Servicio Jesuita a Migrantes (SJM), Confer, Escuelas Católicas, Frater, y Juventud Obrera Cristiana (JOC)— denuncia que "resulta doloroso constatar que en pleno 2025, tras décadas de luchas obreras y sociales, aún tengamos que reclamar lo esencial: un salario justo, entornos de trabajo seguros y saludables, respeto a los horarios y al descanso, así como igualdad de trato sin discriminaciones de género, origen o situación administrativa".

Igualmente, reclama "la continuidad del diálogo entre todos los agentes implicados en la mejora de las condiciones de trabajo hasta alcanzar el trabajo decente".