La consulta de micropigmentación del Hospital Universitario Reina Sofía ha completado su primer año de funcionamiento con un balance muy positivo por parte de las mujeres que se han beneficiado de este servicio. Desde mayo de 2024 a junio de 2025, un total de 128 pacientes han sido atendidas en esta consulta, que forma parte del Servicio de Cirugía Plástica y Reparadora y que tiene como objetivo principal concluir el proceso de reconstrucción en mujeres sometidas a mastectomía.
Su puesta en marcha responde al compromiso del hospital con la humanización de la asistencia sanitaria, y representa un importante avance en la atención integral a las pacientes, ya que con la micropigmentación del complejo areola-pezón se cierra el largo proceso que se inicia con el diagnóstico de cáncer de mama, tratamientos, extirpación de la mama y su posterior reconstrucción.
La micropigmentación es un procedimiento parecido al tatuaje, pero inocuo y prácticamente indoloro, con el que se consiguen resultados tremendamente realistas, ya que no solo se recupera la forma y el color de la areola, sino que mediante técnicas de dibujo puede lograr sensación de volumen cuando no hay pezón.

Se puede acceder la consulta por derivación a través del cirujano plástico, y la técnica la realizan enfermeras con formación específica. Consta de dos sesiones y una adicional al cumplir un año para fijar los resultados más a largo plazo.
La consulta está diseñada bajo un enfoque integral y humanizado. "Aunque el procedimiento es muy similar, tratamos cada caso de manera individualizada, adaptándonos, en la medida de lo posible a las preferencias estéticas de cada mujer y acompañándola a lo largo de todo el proceso, ya que cada una tiene unas expectativas distintas. Algunas quieren un resultado muy realista, otras buscan simetría o simplemente cerrar una etapa emocional", explica Silvia Naranjo, enfermera que forma parte del equipo.
El grado de satisfacción de las mujeres es muy alto, señalan una mejora significativa, no solo desde el punto de vista físico, sino también a nivel de autoestima y seguridad, subsanando parte del sufrimiento que supone la distorsión de la imagen de uno mismo y que repercute incluso en su vida íntima. Expresiones como "nunca pensé que podría recuperar mi imagen", "no esperaba que quedara así de bien", "ahora puedo mirarme al espejo" o "hasta vestida me siento de otra forma", por parte de las pacientes, demuestran los buenos resultados.
En definitiva, como explica la supervisora de Cirugía Plástica y Reparadora, Celia Vicente, "tras las primeras sesiones, muchas mujeres nos trasladan cómo han recuperado su autoestima y se sienten más optimistas. La micropigmentación no solo mejora su imagen ante el espejo, sino que también les ayuda a cerrar un ciclo y completar un proceso que suele ser largo y duro".
Además, durante este primer año, el equipo ha detectado nuevas necesidades, explorando la posibilidad de aplicar la micropigmentación en el tratamiento de cicatrices y otras alteraciones estéticas derivadas de intervenciones quirúrgicas.