Los Ministerios de Cultura e Interior acuerdan impulsar la cultura como tratamiento en el ámbito penitenciario

El Ministerio de Cultura, a través de la Dirección General de Derechos Culturales, y el Ministerio del Interior, a través de la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias, han firmado un acuerdo para realizar un proyecto de intervención cultural en el ámbito penitenciario.

Se trata de un proyecto que tiene como objetivo impulsar la cultura como herramienta de tratamiento, tanto en penas privativas de libertad como en penas y medidas alternativas. El programa comenzará a implementarse en tres centros penitenciarios en una primera fase, ejecutado por la Fundación Gabeiras, para ir ampliándose progresivamente a centros de todo el territorio.

En el caso de personas con condenas privativas de libertad, el programa arrancará en los centros de Madrid VII (Estremera), Valencia Antoni Asunción y A Lama (en Pontevedra), focalizado en la población femenina de estos centros. En ellos se implementarán progresivamente contenidos culturales para la participación efectiva de la población penitenciaria. Paralelamente, se desplegarán acciones formativas en mediación y gestión cultural dirigidas al personal funcionario.

En el caso de las penas y medidas alternativas, diversas unidades del Ministerio de Cultura serán receptoras de esta población. Se trata del Centro Dramático Nacional y la Compañía Nacional de Teatro Clásico, ambas suscritas al Instituto Nacional de las Artes Escénicas y la Música (INAEM), y del Museo Nacional del Romanticismo y el Museo Nacional de Cerámica y Artes Suntuarias `González Martí´, ambos museos estatales dependientes de la Dirección General de Patrimonio Cultural y Bellas Artes del Ministerio de Cultura.

El acuerdo ha sido presentado hoy por el ministro de Cultura, Ernest Urtasun, y el secretario general de Instituciones Penitenciarias, Angel Luis Ortiz en un acto celebrado en el Centro Penitenciario Madrid I.

Urtasun ha destacado que "acceder a la cultura o desarrollar nuestra creatividad, es una forma de reafirmar nuestra humanidad, de ganar en valores, en conocimientos, en lazos de unión con los demás y con la realidad. Y en el caso de la población reclusa, el acceso a la cultura es además una palanca en el proceso de reinserción y de inclusión social, una inclusión que debe estar siempre en el origen y finalidad de todas las políticas penitenciarias".

El secretario general de Instituciones Penitenciarias, Angel Luis Ortiz ha señalado que este convenio "ratifica nuestra apuesta por la cultura como derecho de las personas que cumplen penas privativas de libertad o medidas alternativas y nos permitirá dar estructura y sistematicidad a la actividad cultural que se desarrolla en los centros penitenciarios, de manera que la cultura sea una pieza clave que aporte crecimiento y construcción individual a la población reclusa".

A través de este acuerdo, el Ministerio de Cultura diseñará y coordinará con los centros penitenciarios las actividades a desarrollar, cuya infraestructura y equipamientos serán dispuestos por el Ministerio del Interior. Para el desarrollo del proyecto, se ha firmado un convenio con la Fundación Gabeiras que, en colaboración con profesionales penitenciarios, será quien ejecute el programa tanto en los establecimientos penitenciarios como en las unidades del INAEM y de la Dirección General de Bellas Artes y Patrimonio Cultural en las que se desarrollarán las penas y medidas alternativas.

El convenio tiene un periodo de vigencia de dos años, prorrogable por otros dos. Este proyecto forma parte del Plan de Derechos Culturales del Ministerio de Cultura que recoge en su apartado para la Eliminación de barreras para la participación cultural (1.1), un Programa específico de intervención cultural en el ámbito penitenciario.

Desde hace algunos años se han ido desarrollando colaboraciones en el ámbito penitenciario entre el Ministerio del Interior y diversas unidades del Ministerio de Cultura en proyectos concretos.

El Centro Dramático Nacional (CDN) desarrolla, desde hace cinco años, un proyecto pionero que acerca a la población reclusa al teatro contemporáneo mediante un programa estable de asistencia a ensayos generales, preestrenos y encuentros directos con los equipos artísticos. De este proyecto se han visto beneficiadas más de 600 personas privadas de libertad en prisiones situadas en la Comunidad de Madrid. Así, se han realizado más de 30 preestrenos específicamente para centros penitenciarios y una veintena de equipos artísticos realizaron coloquios en estos centros.

Asimismo, el CDN realizó una ficción sonora en formato Dramawalker que recoge memorias, vivencias y relatos de Madrid I en las voces de 16 mujeres privadas de libertad. Esta ficción fue elaborada, narrada y grabada por ellas mismas, en base a su experiencia en el establecimiento.

Por su parte, la Subdirección General de Museos Estatales también ha llevado a cabo en la última década múltiples iniciativas dirigidas a población en condición de privación de libertad y en proceso de reinserción. Se trata de proyectos participativos, con visitas a exposiciones en diferentes museos estatales, especialmente diseñadas para vincular a la población privada de libertad con las temáticas de las exposiciones, así como la organización de talleres y seminarios, dirigidos a ofrecer herramientas y estrategias de utilidad en su vida cotidiana a través del arte, y a generar espacios de expresión y creación libre a través de talleres creativos.

La Dirección General del Libro, del Cómic y de la Lectura también ha desarrollado diferentes líneas de actuación en el ámbito de acceso a la cultura, incluyendo a los centros penitenciarios en la Campaña de Animación a la Lectura María Moliner. Además, se ha beneficiado en las ayudas a la promoción de la lectura a asociaciones que desarrollan actividades en entornos penitenciarios. Una de estas asociaciones, 'Solidarios para el Desarrollo', recibió en 2017 el Premio Nacional de Fomento a la Lectura que otorga el Ministerio de Cultura.