Según datos recibidos por UNICEF, al menos 17 niños y niñas –9 niñas y 8 niños, entre ellos un recién nacido de tan solo siete días de vida– han muerto en un ataque perpetrado esta mañana contra el centro para personas desplazadas de Dar al-Arqam, en El Fasher, Darfur del Norte. Otros 21 niños y niñas habrían resultado heridos.
El ataque se produjo en un centro que acoge a familias desplazadas por el conflicto que está teniendo lugar en la región.
"Este ataque devastador contra unos niños y niñas y unas familias que ya habían tenido que desplazarse en busca de seguridad es una atrocidad", ha afirmado Catherine Russell, Directora Ejecutiva de UNICEF. "Matar y herir a niños y niñas constituyen graves violaciones de sus derechos, y los ataques contra civiles en lugares que deberían ofrecerles seguridad y refugio son inadmisibles".
El Fasher lleva más de 500 días bajo el asedio de las Fuerzas de Apoyo Rápido, lo que ha limitado gravemente los desplazamientos y el acceso a alimentos, agua y atención médica. La población civil, incluidos muchísimos niños y niñas, deben soportar bombardeos continuos y unas condiciones de vidas cada vez más precarias.
Varias zonas de Darfur del Norte llevan meses en situación de hambruna, y los niveles de seguridad alimentaria y nutrición infantil han alcanzado niveles catastróficos en ese estado. Las familias están sobreviviendo a base de raciones mínimas de comida y, como consecuencia, la malnutrición aguda grave está aumentando drásticamente entre los niños y niñas. Los centros de salud denuncian el aumento de las muertes infantiles prevenibles relacionadas con el hambre y la enfermedad. Por si esto fuera poco, la interrupción de las rutas de suministro, el saqueo de los convoyes de ayuda y el bloqueo del acceso humanitario han imposibilitado casi por completo el mantenimiento de las labores de socorro.
En vista de estas dificultades, UNICEF sigue reclamando los siguientes puntos:
- El cese inmediato de las hostilidades en Sudán, incluido El Fasher, y el levantamiento del asedio.
- El cumplimiento del derecho internacional humanitario, en particular la protección de la población civil y la infraestructura que la sostiene.
- El tránsito seguro de la población civil, en particular los niños y niñas y las familias que huyen de la violencia, garantizando su protección y su dignidad.
- Un acceso humanitario que permita llegar a las poblaciones afectadas sin obstáculos y en condiciones de seguridad.
- La rendición de cuentas por parte de los responsables de los ataques contra civiles, especialmente niños y niñas.
A pesar de las dificultades de acceso y seguridad, los equipos y aliados de UNICEF siguen prestando asistencia vital y servicios de protección para los niños y niñas de Sudán, como salud, nutrición, agua y saneamiento.