Expertos locales e internacionales defendieron la necesidad de limitar y homogeneizar las políticas de regulación de las telecomunicaciones para adaptarlas a los nuevos tiempos y la velocidad con la que avanzan, y propiciar así un mejor desarrollo de las mismas.
En el marco del seminario "Competencia y conexión: regulando el futuro de las telecomunicaciones", organizada por la Facultad de Derecho de la Universidad Católica de Chile, académicos y responsables de Gobierno alertaron sobre los efectos de la concentración en los mercados y de la necesidad de establecer estrategias y proyectos que tengan como objetivo final "mejorar la calidad de vida de la gente".
"Claramente, el sector de la conectividad de telecomunicaciones está altamente regulado. Hay una sobrecarga importante de obligaciones regulatorias. No es una cuestión solamente en un país, porque en general venimos de mercados que eran originariamente monopolios estatales, algo que me parece tiene sentido claro para la regulación. Pero el mercado ha cambiado", explicó el economista español Pau Castells, jefe de Análisis Económico en GSMA.
"Estamos ante mercados tecnológicos que han ido cambiando, ha habido nuevos entrantes con tecnologías distintas, muchas veces también operando desde ningún tipo de regulación, con lo cual se plantean problemas. ¿Hasta qué punto la competencia es lícita cuando un agente está regulado y el otro no lo está? Hay casos donde tiene todo el sentido del mundo estas regulaciones", agregó.
A este respecto, Castells señaló que el problema se produce cuando el mercado avanza y la regulación no lo hace al mismo ritmo, lo que produce brechas que afectan negativamente al sector que deben ser reparadas, como en su opinión ha ocurrido en algunos países, "como puede ser el caso de Europa".

De izquierda a derecha, Rodrigo Álvarez, profesor de la UC, Pau Castell, jefe de Análisis Económico en GSMA-España, María de la Luz Domper, subdirectora del Programa de Libre Competencia y Miguel de la Mano, partner en RBB Economics Madrid. (EFE)
"Puede implicar también que regulaciones que han quedado obsoletas se quiten si no tiene sentido de ser y no aportan, digamos, ningún tipo de beneficio al usuario final, al consumidor, o al país. Pero sí que esta regulación tiene que tener un sentido claro y adaptarse a las condiciones reales del mercado", agregó.
En la misma línea, el economista Miguel de la Mano, perteneciente a la española RBB Economics, con sede en Madrid, defendió procesos de regulación racionales y centró su ponencia en explicar la diferencia en el marco de la libre competencia de los sistemas en Estados Unidos, más laxos, y la experiencia de Europa, que se ha ido endureciendo con el tiempo.
Especialmente en los procesos de fusión, una práctica que afecta, sobre todo, a la libre competencia, y que despierta inquietudes sobre la concentración del mercado, sus límites y sus efectos, sobre todo en el bolsillo de los consumidores y el acceso equitativo a las tecnologías, esenciales a todos los niveles en el mundo actual.
En este punto, fue especialmente incisivo el subsecretario chileno de Telecomunicaciones, Claudio Araya, quien insistió en la obligación de democratizar el sector para que tenga efectos positivos en la vida de las personas.
"Planteo el desafío de cómo podemos hacer más fácil el proceso de implementación de las tecnologías, cómo hacemos más fácil las inversiones", afirmó antes de destacar a Chile como ejemplo de, cómo desde la regulación, se puede ayudar a consolidar el desarrollo de las telecomunicaciones.
"Esa clase de tecnología no la podemos perder y creo que para eso tenemos que tomar algunas acciones urgentes desde la vista de que, lo que nos ha permitido crecer, ha sido nuestro marco regulatorio. Pero todavía ahí tenemos mucho qué desarrollar, dentro de la regulación, para garantizar que la diferencia no se profundice y se siga la misma línea para que haya buenos servicios, a precios asequibles y con la mayor inclusión posible", afirmó.
En la apertura del seminario, que coincidió en un momento de profunda transformación para la industria de las telecomunicaciones en Chile y América Latina, marcado por procesos de quiebra, fusiones, ventas de activos y redefinición de modelos de negocio, participó asimismo el exministro, también profesor de Derecho de la Universidad Católica, Rodrigo Álvarez, quien hizo un amplio y detallado análisis del mercado chileno y sus tendencias.
En este sentido, el debate posterior se centró en la concertación, pero también en la presión por rentabilidad, la necesidad de inversiones en redes 5G y fibra óptica, y la creciente competencia de plataformas digitales que, para la mayoría de los expertos podrían convertirse, si se afronta rápido y con inteligencia, en la sostenibilidad del sector.
Desde ese punto de vista, el seminario reflexionó sobre si estos procesos de cambios podrían ser no solo compatibles con la libre competencia, sino también fundamentales para garantizar una industria robusta, resiliente y capaz de responder a las demandas de la sociedad digital del futuro en Latinoamérica, como está ocurriendo en otras regiones.