El Jefe de la Delegación de VOX en el Parlamento Europeo, Jorge Buxadé, ha denunciado que Bruselas está asfixiando a la flota pesquera española con cuotas injustas, normas ideológicas y tolerando la competencia desleal de terceros países.
En Málaga, el sector pesquero vive de primera mano las consecuencias de estas políticas europeas. La provincia, con puertos como Caleta de Vélez —el más importante de la Costa del Sol—, Estepona, Fuengirola o Marbella, arrastra una reducción constante de la actividad y un envejecimiento preocupante de su flota. A la caída de capturas de especies tradicionales como la sardina o la caballa se suma la presión normativa que dificulta la supervivencia de las cofradías de pescadores.
Tras dos jornadas de trabajo en Portosín (Galicia), donde se reunió con marineros, armadores y representantes del sector, Buxadé trasladó a Europa una batería de iniciativas que recogen las reivindicaciones del sector: eliminar el límite del 5 % de capturas accidentales en el cerco, que penaliza por prácticas inevitables y desconoce la realidad biológica de especies como sardina, caballa o jurel; acabar con el actual sistema de reparto de cuotas, que encarece licencias, impide el relevo generacional y concentra poder en manos de unos pocos; y plantar cara a Noruega y sus abusos, imponiendo sanciones y medidas compensatorias frente a su competencia desleal.

Jefe de la Delegación de VOX en el Parlamento Europeo, Jorge Buxadé
"Europa legisla desde los despachos mientras arruina a quienes salen cada día al mar. Los pescadores españoles están al límite y su mensaje es claro: o se cambia el sistema o desaparece la pesca en España", denunció Buxadé.
VOX ha recordado que ni PP ni PSOE han defendido al sector y ha advertido de que seguirá enfrentándose en Bruselas a quienes pretenden acabar con la soberanía alimentaria de España.
En el caso de Málaga, VOX subraya que la inacción de los gobiernos ha dejado a la provincia con una flota cada vez más reducida, sin relevo generacional y con un futuro incierto para las familias que viven de la pesca. La falta de apoyo al sector pesquero afecta no sólo a los profesionales del mar, sino también al tejido económico y social de los municipios costeros, donde la pesca ha sido motor de empleo y tradición durante generaciones.