La fotoperiodista Marisa Flórez presenta desde este martes en el nuevo ámbito MEET (Málaga Espacio Expositivo Tabacalera) –ubicado en el edificio Tabacalera de la avenida Sor Teresa Prat, 15– la exposición 'Un tiempo para mirar (1970-2020)', que reúne parte de su extensa obra y recorre cinco décadas de historia reciente de España a través de la fotografía. Sus instantáneas documentan una época de profundas transformaciones en la sociedad española y reflejan la dignidad de las personas que protagonizaron la transición hacia la democracia.
La exposición tiene como principal objetivo descubrir al público una obra fotográfica repleta de momentos sorprendentes y acontecimientos decisivos en nuestra historia reciente a los que dedicar un tiempo para mirar: protagonistas populares reconocibles de la sociedad, del espectáculo, del arte y de la cultura; la inauguración de la primera legislatura democrática; el devenir de los acontecimientos sociales, como la vida en las cárceles, los atentados o las primeras manifestaciones.
A la presentación de 'Marisa Flórez. Un tiempo para mirar (1970-2020)' han asistido Mariana Pineda, concejala de Cultura y Patrimonio Histórico del Ayuntamiento de Málaga; Luis Lafuente, director de la Agencia Pública para la Gestión de la Casa Natal de Pablo Picasso y Otros Equipamientos Museísticos y Culturales; Juana María Arana de Andrés, asesora de Artes Plásticas de la Consejería de Cultura, Turismo y Deporte de la Comunidad de Madrid; la fotoperiodista Marisa Flórez; Mónica Carabias, comisaria de la exposición, y Juan Carlos Barroso, responsable territorial en Andalucía, Ceuta y Melilla de la Fundación "la Caixa".

La selección muestra una representación de la nueva identidad cultural de la España democrática, que incluye personajes del mundo de la política, el arte y la cultura como Margaret Thatcher, Adolfo Suárez, Lola Flores o Julio Iglesias. Asimismo, reúne instantáneas que dan fe del inicio de la vida parlamentaria nacional, así como retratos de los presidentes del Gobierno en su vida alejada de lo oficial.
El tiempo del cambio de la dictadura a la democracia, con las primeras manifestaciones, los atentados terroristas o sucesos como la intoxicación masiva por colza, junto a una galería de rostros de intelectuales de todos los campos, como Pedro Almodóvar, Luis Buñuel, Pilar Miró o Annie Leibovitz, también forman parte del recorrido.
La llegada del Guernica
La exposición cuenta con un hito en la historia de España: el momento en el que el arte se hace política con la llegada del Guernica, el último exiliado. Fue el 10 de septiembre de 1981, siete meses después del intento de golpe de Estado del 23-F protagonizado por el teniente coronel Antonio Tejero, cuando la obra más icónica de Picasso –realizada en 1937– llegó al aeropuerto de Barajas.
El presidente Adolfo Suárez y Landelino Lavilla encargaron a Álvaro Martínez-Novillo, subdirector general de Bellas Artes, supervisar esta operación en el más absoluto secreto, con la ayuda del diplomático Rafael Fernández Quintanilla. El regreso del Guernica fue posible gracias a la ratificación de la nueva Constitución, la convocatoria de las primeras elecciones democráticas y al hecho de que la obra pertenecía al Estado español.

El retorno de esta pieza, en la que el artista malagueño representó los horrores de la guerra civil y los bombardeos de la aviación fascista alemana sobre la población civil de Guernica el 26 de abril de 1937, marcó el final del proceso político de la Transición. Guernica simbolizaba la defensa de la democracia y la derrota del fascismo. El cuadro se envió desde el MoMA de Nueva York, donde se desmontó, se enrolló y se guardó en un contenedor especialmente fabricado para su transporte. Llegó acompañado de unas 70 obras –dibujos, grabados y otros óleos temáticamente relacionados– que habían viajado junto a él a Estados Unidos, formando un conjunto indivisible. Guernica se exhibió en el Casón del Buen Retiro de Madrid hasta el 26 de julio de 1992, cuando fue trasladado al Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía.
Testigo directo de aquel acontecimiento, Marisa Flórez lo relata así: "Dadas las estrictas medidas de seguridad, llegué al aeropuerto con bastante antelación. Había presencia de seguridad por todas partes. Una vez en la pista, nos condujeron a la terminal de carga. Había un revuelo mediático impresionante. El ambiente oscilaba entre la ansiedad y la expectación por lo que estábamos a punto de presenciar. Se abrieron las puertas de la bodega y apareció una caja de madera.
La multitud estalló en aplausos; supongo que era una mezcla de nervios y emoción, y acto seguido el convoy se dirigió al Casón. Lo seguimos en moto –yo iba de paquete–, lo cual no fue fácil con toda la escolta. Intenté hacer varias fotos del cortejo desde los puentes de la autopista. Fue un espectáculo realmente notable, porque era el tipo de comitiva que normalmente escolta a un jefe de Estado. Era la primera vez que la Guardia Civil custodiaba una pintura dentro de un museo en España".
Marisa Flórez
Cinco décadas de oficio respaldan el trabajo de la fotoperiodista Marisa Flórez (León, 1948). Inició su carrera en 1971 en el diario Informaciones y la desarrolló en El País entre 1976 y 2012 como fotorreportera, redactora jefa y editora gráfica, donde supo combinar con elegancia y sencillez, en perfecto equilibrio, la creación artística y el sentido documental de la fotografía. Su trayectoria profesional ha sido reconocida con varios galardones: el Premio Nacional de Periodismo Gráfico (1981), el Premio Piedad Isla (2015), la Insignia de Oro de la Asociación de Informadores Gráficos de Prensa y Televisión de La Rioja (AiG) (2018) o el Premio de Cultura de la Comunidad de Madrid (2024).





Guía de San Pedro Alcántara

Comentarios
Aviso





