DISFRAZAN datos para anestesiar las conciencias. Ahora el FMI vuelve a presionar a España, cuyo gobierno estudia subir de nuevo el IVA y bajar el sueldo para mejorar la economía. Es una contradicción retener sueldos y subir impuestos, que lleva directamente a reducir el consumo. Uno de cada cinco españoles vive bajo el umbral de la pobreza. Es un dato del último estudio indicando que disminuye el riesgo de pobreza en España. Pero tiene truco: en 2012 la cantidad que delimitaba este campo era superior a la tomada estadísticamente ahora. Lo que hasta no hace mucho se tenía por una situación precaria —cobrar mil euros al mes— hoy por hoy es un privilegio. Las estadísticas colocan al mileurismo en un estadio de bonanza. Si se considera menos pobres a grandes grupos, lógicamente la media sube. Simple edulcoración de la realidad. El Gobierno ha llegado a aprobar medidas contra la pobreza, pero no ha presumido de ello, las ha medio escondido. Pero el desastre es más grave que nunca. La desigualdad en España es un problema que quieren disfrazar. Pero, ¿por qué? Sencillamente porque quienes mantienen su estatus (tantos como quienes lo han perdido) están protegidos por un sistema que colea, que está muriendo para dar paso a algo mejor pero que es una incertidumbre para los economistas. Protegen lo malo conocido y a los que no han perdido su trabajo ni les han desahuciado por el impago de hipoteca y han mantenido su nivel de vida. Es la pura reacción frente a los estertores de la costumbre y del final de un ciclo que ya no sirve. Pretenden vivir tan bien como siempre haciendo oídos sordos a la cruda realidad, cerrando los ojos ante unas exigencias de la altura de los tiempos que supera lo probado y comprobado. Mientras quien tiene el poder se aferre a lo establecido y no dé nuevas opciones ni permita que se abran surcos por los que dejar aflorar la distribución de la riqueza y la equidad, la cuota de paro seguirá siendo alarmante y la pobreza persistirá aunque la camuflen.
Juan Carlos YAGO |
|
|
|
|