Agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza (SEPRONA) de la Guardia Civil y la Inspección Pesquera de la Agencia de Gestión Agraria y Pesquera de Andalucía (AGAPA), han intervenido más de 500 kilogramos de productos pesqueros en la localidad sevillana de La Rinconada, durante una operación conjunta entre ambos organismos.
La intervención tuvo lugar el pasado 30 de julio en las instalaciones de una pescadería de la localidad sevillana de La Rinconada, fueron decomisados un total de 580 kilos, entre ellos 38 kilos de la especie Sepiida (jibia), 111 kilos de Merluccius merluccius (merluza), y 39 kilos de Loligo vulgaris (chipirón).
Del total de la mercancía incautada, 336 kilos fueron decomisados por agentes de la Guardia Civil debido a las malas condiciones en las que se encontraban al haber superado la fecha de caducidad para su consumo. Del resto de los 244 kilogramos intervenidos Inspección Pesquera debido a la carencia de documentación que acreditase su procedencia e identificación, traduciéndose en un incumplimiento de la normativa vigente para su comercialización.

Tras un análisis de toda la mercancía intervenida, a instancias del informe emitido por parte de la Veterinaria de la zona correspondiente se procedió a la destrucción del decomiso a través de una empresa autorizada, tras ser catalogada no apta para el consumo humano debido a su grave riesgo para la salud.
Esta actuación se desarrolla en el marco del plan Anual de Control Integral de Actividades Pesqueras (PACIAP) especifica este tipo de intervenciones fundamentales en su principal objetivo para garantizar el cumplimiento de la normativa pesquera vigente, en lo que respecta a la línea de comercialización.
La actuación llevada a cabo pone de manifiesto, por un lado, el compromiso de la Guarda Civil de Sevilla y de la Inspección Pesquera de la Agencia de Gestión Agraria y Pesquera de la Junta de Andalucía, por garantizar el cumplimiento de un sistema de trazabilidad de los productos pesqueros en toda la cadena de comercialización, que avale su seguridad alimentaria, mediante una información clara y detallada al consumidor. Y por otro, la importancia del control y vigilancia dirigida a preservar la seguridad alimentaria de los consumidores y a combatir las actividades ilegales que comprometen la biodiversidad de nuestros mares y océanos.