Coín es una localidad que ofrece al turista, en un marco natural inigualable, la oportunidad de olvidarse de todos los problemas de la vida cotidiana gracias a una serie inigualable de opciones que incluyen desde gozar la imperdible gastronomía local hasta recorrer los imponentes edificios históricos del lugar.
Un detalle fundamental es que, según el Instituto de Estadística de la Junta de Andalucía, Coín disfruta de un crecimiento constante de su población, incluyendo 4000 extranjeros que eligieron instalarse allí, la mayoría de ellos británicos, lo que confirma el gran encanto del lugar.
Cualquier visita al pueblo arranca por la Plaza Alameda, centro histórico de la localidad, el sitio perfecto para comenzar a recorrer las encantadoras calles adoquinadas del lugar que nos llevarán a la Iglesia de San Juan Bautista, una imponente construcción del siglo XVI en la que destaca su campanario. Durante la Guerra Civil se destruyó casi todo el retablo, pero todavía pueden admirarse la escultura de Nuestra Señora De los Ángeles y la imagen de la Virgen de la Fuensanta, patrona del lugar.

Coín
El recorrido puede continuar por el antiguo convento de Santa María de la Encarnación, que alberga al Centro Antonio Reyna Manescau, un merecido homenaje al pintor más importante nacido en la ciudad, considerado uno de los grandes referentes de la la escuela pictórica malagueña del siglo XIX; la ermita de Nuestra Señora de la Fuensanta donde, según la leyenda local, la imagen de la Virgen de la Fuensanta fue encontrada por un pastor en el sitio en el que actualmente se encuentra la sacristía del santuario; y el antiguo hospital de la caridad e iglesia de San Andrés, construido en el siglo XVI.
Los amantes de las compras no se pueden perder el mercado agroalimentario del Guadalhorce, donde se venden productos de huerta, pan, repostería, carne, queso, miel y artesanías.
Al finalizar este recorrido, lo mejor es recuperar la energía perdida disfrutando la gastronomía local, y Coín es famosa por su "sopa hervía", su "gazpachuelo malagueño" y su "berza con pringá". Para acompañar estas comidas, hay toda clase de dulces tradicionales, incluyendo los clásicos rosquetes de huevo y rosquillas de ochío.
Para los amantes de la aventura, el pueblo tiene una gran opción: se sitúa en plena Gran Senda de Málaga, siendo una de las entradas al Parque Natural Sierra de las Nieves, declarado, con toda justicia Reserva de la Biosfera por la Unesco, que permite recorrer paisajes increíbles. También cuenta con rutas deportivas y senderos ornitológicas para el avistamiento de aves.
Las familias tienen una opción más relajada: pasar el día en las orillas del río Guadalhorce, ideal para disfrutar un picnic, pescar o, simplemente, relajarse bajo los cálidos rayos del sol.
Francisco Santos, alcalde de Coín, sintetizó, muy bien, los encantos de este encantador pueblo: "Tenemos actividades los doce meses del año y por eso nuestro turismo se prolonga todo el año y no es estacional. Gracias a todas las campañas de comunicación que estamos haciendo están aumentando los visitantes provinciales, regionales e incluso nacionales y hemos visto un gran cambio en 2024 respecto a 2023 porque cada vez vienen más turistas internacionales".
Y agregó: "El tema deportivo basado en los 100 kilómetros de ruta senderista que tenemos en la localidad funciona muy bien. Estamos a media hora de Málaga y Marbella y mucha gente viene a hacer deporte. Por otra parte, tenemos una buena experiencia gastronómica. Se pueden visitar huertas y luego ir a comer. Dar paseos por el casco histórico... Tenemos experiencias muy distintas para la persona que quiera venir un fin de semana".